Capuchoncito sopla ocho velas convertido en todo un icono en Ferrol: «La gente sigue pidiendo fotos con él»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Los granadinos Martínez Blanco posan junto a la escultura de Capuchoncito.
Los granadinos Martínez Blanco posan junto a la escultura de Capuchoncito. E. BARRERA

Desde su colocación en la calle Real en el 2015, la escultura del Pequeño cofrade ha sido víctima de actos vandálicos, figurante en incontables selfis y hasta protagonista de una cuenta en Twitter con cerca de 900 seguidores

02 may 2023 . Actualizado a las 21:11 h.

Parece que fue ayer cuando Capuchoncito pasó a convertirse en el guardián de la esquina de Real con plaza de Armas, pero lo cierto es que ya han transcurrido ocho años que han dado para mucho. El Pequeño cofrade, que así se llama oficialmente la estatua obra de José Rubio Gascón, se hace mayor y atesora un nutrido número de anécdotas. Víctima de varios actos vandálicos, protagonista de innumerables selfis y fotografías de grupo, la escultura se ha convertido en todo un icono de la ciudad, tal y como atestiguan los comerciantes que se encuentran más próximos a su ubicación, en pleno corazón de la calle Real.

Fue un encargo del Ayuntamiento de Ferrol a José Rubio Gascón que se colocó en el año 2015, durante el mandato del popular José Manuel Rey Varela, y que tuvo un coste de unos 20.000 euros. Rosina Rubio, hija del artista, rememora que de todas las piezas que su padre realizó para la ciudad esta es la única por la que cobró y le guarda especial cariño. «Es como un hijo para él, siempre nos está preguntando si sigue en el mismo sitio», confiesa. 

En este sentido, el propio artífice de la pieza destaca que se alegra de que la escultura «siga dando alegría al centro de Ferrol, que hace mucha falta» y señala que es «un orgullo» haber podido firmar una obra con la que rememorar la importancia que la Semana Santa tiene para la ciudad los 365 días del año. 

Y es que desde su llegada hace ya ocho años la escultura de bronce no ha perdido ni un ápice del protagonismo que la convirtió en la gran atracción de la Semana Santa del año 2015 y que motivó que incluso se crease una cuenta de Twitter en su nombre, actualmente sin actividad, que acumula cerca de 900 seguidores ampliando la estela de fama de Capuchoncito más allá de las fronteras de la ciudad naval. 

Ajeno a todo el revuelo que ha ido suscitando, Capuchoncito permanece impertérrito, como siempre, con la vista puesta en la plaza de Armas. Los viandantes lo esquivan o le dedican alguna mirada e incluso dos niños que pasean con su abuelo aprovechan para medir su crecimiento comparándose con la escultura. «Antes no le llegaba ni a los ojos y mira ahora», destaca uno de ellos tocando el capuz del icónico personaje de bronce.

Punto de encuentro en la ciudad

Una familia se detiene también ante el monumento y aprovecha para hacerse una fotografía de grupo. Según indican, llegaron procedentes de Granada hace unos días con la intención de conocer Galicia. Los Martínez Blanco eligieron Ferrol, valoran, «porque es una de las ciudades importantes». Desconocedores de la historia que hay detrás de la pieza con la que acaban de inmortalizar sus vacaciones destacan que les llamó la atención porque vienen de un lugar en el que la Semana Santa es también capital. «Nuestra hija mayor empezó a procesionar este año y por eso nos hicimos la foto», valoran antes de enfilar la calle Real para seguir descubriendo otras curiosidades de la ciudad.

Uno de los que más conocen el impacto del Pequeño cofrade, como vecino de la calle, es David Salido, de Joya 36, que señala que la escultura sigue gozando de fama. «La gente sigue pidiéndonos fotos cuando pasan por aquí, a pesar de que ya no es la novedad», detalla el comerciante. Además, según explica, la proximidad de la pieza con el escaparate de su establecimiento, que en un comienzo les hizo temer perder visibilidad, ha terminado siendo algo positivo por el interés que suscita.

«Es un punto de quedada. Mucha gente dice: ¿Nos vemos en el Capuchoncito?», detalla David, que valora además que no son pocos los que aprovechan la pieza para dejar atados a sus perros y entrar un momento en la farmacia aledaña o en su propia tienda. Versatilidad y atractivo para celebrar el octavo cumpleaños de Capuchoncito, que sopla ocho velas convertido en todo un icono.