Ferrol pierde a Fernando Bores, una mente enciclopédica al servicio de la cultura

FERROL CIUDAD

Xoán Rubia

El impulsor de la colección Esquío de poesía promovió todo tipo de iniciativas en ámbitos como los de las letras, la música y la arquitectura

10 abr 2023 . Actualizado a las 12:38 h.

El mundo de la cultura, y de una manera muy especial Ferrol, ha perdido a Fernando Bores, impulsor de la colección Esquío de poesía y del histórico galardón del mismo nombre. Arquitecto técnico, historiador y profesor universitario, hombre de una sabiduría verdaderamente enciclopédica, era un conversador magnífico, un lector infatigable y, sobre todo, una persona entregada al afán de dar a conocer, entre un público cada vez más amplio, lo mejor de la creación artística y literaria. No vivió, jamás, para sus propios proyectos. Vivió, en realidad, para ayudar a que saliesen a la luz los proyectos de los demás. Y por eso su legado, en tan gran medida, es la cultura toda: la cultura entendida como soporte de un mundo más libre, de una sociedad mejor.

Hablamos, por última vez, hace unas semanas. Por teléfono. Y hablamos, entre tantas otras cosas, de Ferrol, de literatura y de nuestra común amiga Julia Uceda. Xoán Rubia, uno de los más grandes amigos de Fernando, me recordaba, también por teléfono, que Bores y él ya se conocían desde los años 60, cuando ambos eran alumnos del instituto Concepción Arenal en un tiempo en el que el país entero ansiaba que la llegada de una libertad que aún vendría mucho más tarde.

El prematuro e inesperado fallecimiento de Bores, a los 76 años de edad, priva a Galicia de una mente especialmente luminosa, cuya huella (a menudo de manera absolutamente anónima, ya que él jamás quiso nada para sí) está muy presente en el Ferrol de este siglo nuevo. Él fue, sin ir más lejos, uno de los grandes impulsores de la rehabilitación de la Casa do Patín, que hoy acoge la biblioteca de la Universidad. Y participó, de forma muy activa, en todo cuanto llevaron a cabo entidades como la Sociedad de Cultura Valle Inclán o el Club de Prensa.

Su biblioteca personal era casi infinita. Y fue muy amigo, por citar solo un par de nombres, del tan recordado José Hierro, y estaba muy unido, además de a la ya mencionada Julia Uceda, a Xulio López Valcárcel.

De hecho, Fernando era amigo de la inmensa mayoría de los grandes poetas hispanos. Los momentos de mayor esplendor del Premio Esquío, que hizo de Ferrol una verdadera referencia para la poesía de ambos lados del Atlántico, no se entenderían sin él. El mundo de las letras está hoy especialmente triste, tras conocer la noticia de su muerte. Fernando hacía que los libros siempre fuesen mejores.