Acepta nueve meses de prisión por amenazar a su expareja en Ferrol con publicar vídeos íntimos

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Imagen de archivo de un móvil
Imagen de archivo de un móvil JOSE PARDO

El acusado, condenado por amenazas y vejaciones a la mujer, reconoció que también llamó a la mujer para insultarla

28 mar 2023 . Actualizado a las 22:47 h.

El Juzgado Penal número 2 de Ferrol condenó ayer a un hombre por vejaciones y amenazas a su expareja, la que insultó y amenazó con publicar vídeos de ella que supuestamente la podían avergonzar. Fue una sentencia a la que se llegó tras una conformidad entre las partes y en la que el encausado admitió los hechos. Llamaba a la víctima para insultarla y denigrarla, pero también le amenazaba con publicar en redes sociales y en cualquier web imágenes y grabaciones íntimas.

La joven víctima no tuvo que entrar a declarar y, aún así, se mostró especialmente nerviosa al tener que revivir unas coacciones que tuvieron lugar en diciembre del año 2020. En esta ocasión, estuvo acompañada por una de las trabajadoras de la oficina de asistencia de violencia de género y que tiene su sede en el primer piso de los juzgados. Un servicio que trata de dar apoyo a todas las víctimas de estos delitos. El acusado siguió la vista en la que se estableció la pena a través de videoconferencia.

La condena implica una pena de nueve meses y un día de prisión por un delito de amenazas continuadas en el marco de la legislación en materia de violencia de género. Una orden de alejamiento de su expareja que se prologará durante tres años y durante los que no podrá estar a menos de 200 metros y tampoco comunicarse. Además, le queda suspendido el permiso de armas.

1.500 euros por daños morales

El acusado tendrá que abonar una cantidad a la mujer de 1.500 euros por el daño moral causado, aunque esta indemnización se rebajó de los 2.000 iniciales planteados por la acusación. El otro delito de vejaciones le supone diez días de vigilancia localizada y cuatro meses de alejamiento.

El abogado del encausado solicitó que se suspenda la pena de ingreso en prisión durante dos años sujeta a que no vuelva a delinquir y que cumpla con todas las medidas pactadas. Además, pidió que los 1.500 euros de daño moral se fraccionen en 15 cuotas a lo largo de un año, algo que también se concedió.

«Señoría, ¿cómo cumplo con la medida de localización si actualmente vivo en la calle?»

Una de las medidas que se impusieron en esta condena fue la de diez días de localización, es decir, los agentes tienen que comprobar que el condenado está en su domicilio durante este tiempo. Sin embargo, el penado planteó una cuestión importante casi al final de la vista: «Señoría, ¿cómo cumplo con la medida de localización si actualmente vivo en la calle?». La jueza de este penal le detalló que es necesario que permanezca y comunique un espacio donde cumplir con esta pena, ante las reiteradas preguntas de un acusado que finalmente sugirió la posibilidad de echar mano del refugio de Padre Rubinos. La jueza también solicitó al abogado del encausado que le ayudarle con esta cuestión.

Este fue el segundo juicio por delitos relacionados con la violencia de género que se celebró ayer en los juzgados de la calle Coruña y dentro de los servicios mínimos por el paro de letrados.