
El hombre, que reside en Ibiza, tiene el régimen de visitas de los dos niños, de 5 y 6 años
29 mar 2023 . Actualizado a las 18:45 h.Fue en el verano del 2021 cuando una madre que vive en Ferrol no tuvo más remedio que acceder a que sus dos hijos pequeños viajasen con el padre hasta Ibiza, donde reside él. «Nos separamos porque había malos tratos, muchos y bastante crueles», cuenta María, el nombre bajo el que se esconde una mujer que vive en vilo desde que rompió la relación. «Me llamaba insistentemente, quería ver dónde y con quién estaba... Una vez no pude responder y me amenazó con cortarle el cuello a la niña», explicaba ayer, poco después de un juicio que terminó con una conformidad. El hombre aceptó nueve meses de prisión por amenazas, pero el problema no ha terminado para María.
«Realmente la sentencia es lo de menos, lo más indignante es que todavía tiene el régimen de visitas, ¿qué debo hacer para que se lo retiren?», se preguntaba una mujer que cuando recibió la amenaza hacia su hija reaccionó inmediatamente. «Lo primero que hice fue alertar a la policía en Ibiza y como yo estaba en otro país visitando a mi madre cogí un avión de un día para otro», explica todavía conmocionada por las horas de angustia que pasó en ese viaje.
El padre puede ver a los niños
Cuando llegó a la isla tuvo que recoger a sus pequeños, que ahora tienen 5 y 6 años, en una casa de acogida: «Fue muy triste tener que ir allí». Los problemas no terminaron ese día, porque después fue ella la que se tuvo que refugiar en otro centro solidario junto con sus pequeños durante una semana. Desde ese momento ha luchado con todas las armas que tiene a su alcance para suspender la obligación de entregar a los pequeños al padre, pero no lo ha conseguido. «No podemos volver a pasar por eso», cuenta esta mujer, que se estableció en Ferrol porque la vivienda y la vida es más económica.
La única ventaja que encuentra a su situación actual es que su expareja sigue residiendo en Ibiza y no puede venir todos los meses para cumplir el régimen de visitas: «La última vez que se los llevó fue el pasado mes de septiembre, lo pasé muy mal», cuenta.
El padre de los pequeños intervino en la vista por videoconferencia, aceptando los cargos de los que lo acusaban.