Las destilerías que forjaron a Ferrol y Narón: «Licores Rivas cumple 60 años»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Rubén Rivas, José Antonio Mon y Jonathan Rivas con las botellas en la fábrica
Rubén Rivas, José Antonio Mon y Jonathan Rivas con las botellas en la fábrica JOSE PARDO

La fábrica es la última superviviente de «una tradición de ciudad portuaria»

09 may 2023 . Actualizado a las 11:21 h.

Como inmejorable ciudad de marineros, Ferrol forjó su alma al abrigo de las destilerías. En los años dorados, cuando aún las guindas coloreaban los campos gallegos, entre Ferrol y Narón se llegaron a sumar más de una quincena de estas fábricas. Y de aquellos nombres míticos, como la gigantesca Destilerías del Noroeste, solo queda en activo la última que se fundó a mediados del siglo XX: Licores Rivas, creada en 1963 en San Pablo y que desde 1971 funciona en San Xoán. Bodas, bautizos y comuniones se han celebrado al calor de sus licores de hierbas, ginebras y vermús. Su dueño, Rubén Rivas Pérez, cogió la empresa de su padre Antonio, y ahora la lleva junto a sus hijos Jonathan y Júnior: «Somos ya tres generaciones de una destilería que cumple 60 años, fuimos los últimos en llegar de aquella época pero los que seguimos adelante».

Sobre los históricos ya desaparecidos, Rubén Rivas recuerda «una bodega cerca de la plaza de España, Villanueva en la calle Magdalena, La Murciana, Villalobos, y ya en Narón estaban Pita Romero, Castro Pena, Eirín y Destilerías del Noroeste». De este último indica que «vendían más del doble que el resto juntos». Couce de Alonso, de Casa Couce en Narón, investigó esta historia y añade a Andrés Orosa Teijeiro e Hijos y La Industrial Ferrolana. Más tarde llegaría Meigas Fora que produce con éxito en Vilar do Colo. Las Rías es otro establecimiento mítico de la zona . Apunta el dueño de Licores Rivas que «esta tradición de destilerías se debe al puerto de Ferrol, a la gran presencia de la Marina al igual que Puerto de Santa María está lleno de fábricas de brandy». Junto a la familia trabaja José Antonio Mon, en una empresa que produce para 76 marcas con distribución por Galicia, Asturias, Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía.

Rubén Rivas y Jonathan Rivas en la fábrica
Rubén Rivas y Jonathan Rivas en la fábrica JOSE PARDO

La fábrica de Rivas funciona como un laboratorio donde cafés, hierbas y otros ingredientes se maceran en una base de alcoholes de melaza o aguardientes de orujo. «Después se fusiona con azúcar en máquinas o jaraberas», indica Rubén. «Marzo es el mes más bajo, pero antes de Semana Santa vuelve a subir la demanda y no paramos hasta el 15 de septiembre», apunta.

En los 70 y 80, todos los patrones se presidían con una botella de ginebra L.Rivas. Rubén reconoce que «el nombre y el diseño copiaban a Larios». San Xoán produce 50 tipos de licores. «El primero fue un limoncello de naranja que se mezclaba con sifón o gaseosa en patrones y verbenas, con éxito a principios de los 70», rememora la familia. Otros clásicos que aún se producen eran los licores escarchados, únicos en Galicia. Y «los que más se venden son hierbas, café, tostado y crema de orujo».

El punto de venta de Licores Rivas
El punto de venta de Licores Rivas JOSE PARDO

Relucen en rojo las botellas de guinda, «que hasta los 90 se vendían a saco Paco, ahora los guindos desaparecieron de la comarca y tenemos que ir a cerca de Monforte». Rubén recuerda que «comprábamos las guindas por las casas o hacíamos el trueque por caña». Entre las bebidas más curiosas figuran «cremas de colores, licor de toxo o una ginebra azul de maracuyá que me pidió un distribuidor». Aquí se idearon las primeras botellitas como regalo de bodas. Y como puntos fuertes destacan la producción especializada para cada distribuidor, los precios competitivos y productos tan valiosos como el café Amador o la miel de Grañas do Sor. Con mil motivos para brindar en una comarca nacida para la fiesta.