Ferrol despide un mandato a «pasito de buey» con logros e incumplimientos

«El pasito de buey es hacer las cosas bien para que acaben bien». La máxima la repite como un mantra el alcalde de Ferrol, una filosofía que viene aplicando desde el inicio de su mandato y que Ángel Mato defiende desde antes de incluso de serlo. A poco más de dos meses de presentarse a la reválida, su aplicación ha fructificado en la consecución de algunos objetivos. En otros, el ritmo parsimonioso se ha impuesto a los tiempos políticos y les ha pillado el toro. Y el gobierno socialista de ocho, que eligió viajar estos cuatro años en solitario, llegará al 28M exhibiendo sus logros, pero con un buen puñado de promesas sin cumplir.

Convenio con defensa

In extremis y con los votos del PP. El alcalde de Ferrol, Ángel Mato, consiguió a punto de expirar el mandato dar cumplimiento a una de sus principales promesas, convertida en su empeño personal: cerrar el convenio con Defensa, que se comenzó a gestar hace tres décadas. El acuerdo, que incluye la cesión de diez propiedades militares en desuso con el Sánchez Aguilera como pieza clave, era una de sus prioridades, y salió adelante a tres meses de las elecciones con los votos del PP.

Urbanismo

Mutación en la plaza de Armas. El mandato comenzaba con la remodelación de la plaza de Armas prácticamente sin empezar, una herencia del cuatrienio anterior. Y finaliza con la recién acabada rehabilitación exterior del edificio del Ayuntamiento, completando la renovación del espacio central de la ciudad.

Obras con polémica y sin acabar. Una de las apuestas del gobierno local era el macroproyecto para reurbanizar la calle de la Iglesia, presupuestada en más de cuatro millones de euros, y que eliminará 125 plazas de aparcamiento. Iniciada hace nueve meses, la actuación se encuentra en marcha con cuatro manzanas cerradas actualmente al paso, pero muy lejos aún de su conclusión, que se legará al siguiente gobierno. Tampoco se ha conseguido concluir la calle San Francisco, todavía en fase inicial. Sí se terminó la remodelación de las calles Espartero y Carmen Curuxeiras y, no exenta de polémicas, Pardo Baixo. Y también, la de la plaza del Callao, que cambió su problemático firme de adoquín por el hormigón.

El bulevar de As Pías. No es una obra de competencia municipal y llevaba sobrevolando Ferrol desde hace casi quince años, pero lograr que se iniciase la humanización de la avenida de As Pías que la reconvertirá en un bulevar formaba también parte de la agenda marcada. La macroactuación está en marcha desde junio del pasado año, pero todavía es incipiente y sus resultados quedarán para el mandato siguiente.

Sector Naval y tren

Reivindicaciones de temas de ciudad. Ajeno también a competencias estrictamente municipales, Mato ha volcado buena parte de los esfuerzos del mandato en reclamar oportunidades de desarrollo para el sector naval, arropado por un horizonte de carga de trabajo para los astilleros locales con las F-110: desde el polo de eólica marina al taller de bloques, pasando por el dique cubierto o el clúster de la Defensa. En su programa ya prometía apostar por el desarrollo del Astillero 4.0 para facilitar la modernización de Navantia. Sus gestiones ante otras administraciones también se extendieron a la cuestión de las comunicaciones, con el tren como bandera. Ferrol y A Coruña unieron fuerzas para reclamar, con un estudio, un nuevo trazado que permita conectar ambas urbes en 40 minutos. Sus demandas continúan a la espera.

Presupuestos

Solo unas cuentas en cuatro años. El gobierno local solo consiguió sacar adelante unos presupuestos en cuatro años. Fueron los del 2021, y se aprobaron tras un acuerdo con los grupos de izquierda, Ferrol en Común y BNG, que invistieron a Mato. Solo se presentó otro borrador más, en febrero del 2020, pero la irrupción de la pandemia abortó su desarrollo. Y el último ejercicio se cerró con el gobierno presumiendo de tener los presupuestos más abultados de la historia y la oposición criticando su bajo porcentaje de ejecución —un 64 % global y un 14 % en el capítulo de inversiones—.

Servicios

Más de medio centenar sin contrato. El gran problema de los servicios sin contrato sigue vigente. Cuando Mato se puso a los mandos del Concello él mismo cifraba que existían medio centenar en esa situación. Actualmente el PP los sitúa en 60. Y entre ellos, se encuentra uno de los más importantes: la recogida de basura y limpieza viaria, que venció en diciembre del 2014, o el de mantenimiento de zonas verdes y jardines, con un conflicto laboral que protagonizó la segunda parte del mandato, todavía no resuelto, pero en vías de negociación.

Cuadrilla de desbroces. Aunque inicialmente la gestión directa de los servicios no entraba dentro de sus compromisos, el PSOE asumió crear una cuadrilla propia de desbroces para el rural dentro de los acuerdos presupuestarios con FeC y BNG.

Saneamiento

El conflicto con Narón se agravó. El enfrentamiento con el municipio vecino por los importes que deben asumir por el saneamiento está peor que al inicio del mandato. Las relaciones no solo no se normalizaron, sino que Ferrol anunció que llevará a los juzgados las reclamaciones de los importes que Narón discute. Pero enarbola que se le haya dado la razón en los porcentajes que cada municipio debe asumir. Por su parte, la situación de Emafesa sigue sin despejarse: Mato asegura que se han producido importantes avances, que no han trascendido. Pero las cuentas de los últimos años continúan pendientes de aprobación. Y el último balance arroja en 2022 la mayor pérdida histórica de la empresa mixta de aguas: 2,8 millones de euros.

La conexión del rural, la gran asignatura pendiente. Forma parte de todos los programas electorales, pero otro mandato más se cerrará sin que los vecinos de la zona rural hayan visto cumplida la demanda histórica de que el saneamiento llegue a las parroquias ferrolanas. La Xunta asumirá el 70 % del coste y el Concello el 30 %, de una actuación que se presupuesta en unos 12 millones. Pero todavía no existe acuerdo entre ambas administraciones para iniciar su ejecución.

Objetivos cumplidos

Ciudad Jardín y el Ateneo. Cuestiones que permanecían bloqueadas desde hacía muchos años consiguieron desatascarse en estos años, como la regularización de Ciudad Jardín, tras acometer los trabajos de urbanización que restaban en el barrio, o la recuperación del patrimonio del Ateneo Ferrolán. Las aceras de Serantes —ejecutadas por la Diputación, pero que el Concello asumió la expropiación—, las de Pazos, la calle Basanta, la apertura de dos aparcamientos —el disuasorio de Canido, que no compartía, y el del CHUF— o la consecución del 1,5 % Cultural para el castillo de San Felipe o la continuación con las rehabilitaciones exteriores en Recimil con la Edusi son otros de los logros alcanzados.

Proyectos pendientes

El frustrado Plan de Mobilidade. El gobierno no consiguió concitar el respaldo político al Plan de Mobilidade —que supuso la pérdida de 1,7 millones de la Edusi para el primer kilómetro de la carretera de Castilla—, ni tampoco a la polémica ordenanza de estacionamiento. La residencia de mayores, tras la discusión por la ubicación, todavía está en trámites. Y no se han recuperado espacios verdes como el Montón o el parque de la vía, en O Inferniño, ni rehabilitado el mercado de Recimil. Tampoco se creó el prometido Instituto Municipal de Deportes.

 LA CIFRA: 8 concejales

 Los ediles del PSOE

El gobierno en solitario de Ángel Mato acusó su posición de minoría frente a los 17 miembros de la oposición.

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