La joyería de una ferrolana que triunfa entre las jóvenes e «influencers»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

La ingeniera Marina Vega está detrás de la firma Emma Bracelets

19 mar 2023 . Actualizado a las 17:19 h.

Para la joven ferrolana Marina Vega (Ferrol, 1997) el día debería tener al menos 30 horas. Compagina sus estudios del máster de Ingeniería Industrial —estudió Ingeniería Electrónica y Automática—, con su trabajo en una empresa y su proyecto más personal, la firma de joyería Emma Bracelets (emma_bracelets_). Emma, por su hermana. «Es lo más para mí, por eso le puse su nombre», destaca.

¿Cómo surgió el proyecto? «Siempre me gustó este mundo, la moda, la joyería, complementos... Desde pequeña, los veranos siempre hacía pulseritas para vender. Y hace unos años me rompí el pie, la tibia y el peroné. Estuve muy fastidiada así que en verano volví a hacer pulseritas que vendía a mis amigos, de mis padres... gente conocida», explica. Así recobró ese espíritu que tenía de pequeña. Creó una cuenta de Instagram para su marca y el parón por la pandemia sanitaria le dio ese tiempo para apostar de lleno por emprender. «Nunca pensé que fuese a ir a más. En el confinamiento le di ya más caña. Empecé a comprar perlitas, bolitas, charms para colgar, más accesorios para los pendientes, y creció todo», detalla.

Marina es autodidacta y se inspira en su gusto y las tendencias de la temporada para sus diseños. Curiosamente ella se describe como «muy sencillita» a la hora de llevar bisutería. Y en su marca cuenta con un abanico muy variado. Triunfan sus pendientes con un arito de base con diferentes colgantes. Y, en verano, las propuestas más coloridas y atrevidas. «En verano son cosas mucho más coloridas, cojo abalorios, collares de frutas, pendientes de colores...», describe.

Su hobbie ha crecido tanto que cuenta con más de diez mil seguidores en Instagram y vende a todo el país. Incluso ya recurre a proveedores para algunos complementos. «Llegó un punto que tenía un volumen de seguidores que no podía darles tanto como yo quería. Y empecé a recurrir a proveedores en algunos elementos. Por ejemplo, yo no hago los chokers», explica.

Su firma se ha convertido en habitual de jóvenes influencers de todo el país. «Tener embajadoras es una manera de conectar al público conmigo. Gente que me gusta su estilo y vea que va a sacar fotos bonitas le envío las joyitas para que sean mis modelos. A cambio sacan alguna foto y me la envían para mi página», explica.

Ahora se encuentra inmersa en la colección de invierno, pero pensando también ya en lo que vendrá en verano. Y precisamente el próximo fin de semana organiza un market online a través de sus redes sociales.

¿Como compagina tantos proyectos? «Lo saco adelante organizándome muy bien porque lo hago yo todo. Parece que solo es hacer y vender. Pero hay que empaquetar, enviar, encargar todo el material, llevar las redes sociales...», describe.