«Francia considera a Torrente Ballester el Balzac español, pero Ferrol no le da todo el valor que se merece»

Patricia Hermida FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

El profesor José Antonio Ponte Far ante el Arsenal, considerado como Torrente Ballester como «el paisaje industrial más hermoso del mundo»
El profesor José Antonio Ponte Far ante el Arsenal, considerado como Torrente Ballester como «el paisaje industrial más hermoso del mundo» CESAR TOIMIL

El profesor Ponte Far aborda este jueves la relación del autor con su ciudad

19 abr 2023 . Actualizado a las 14:18 h.

Del England Made Me de Graham Greene al Ferrol me fecit de Gonzalo Torrente Ballester. Todos los grandes escritores beben en las fuentes de su infancia. Y en el caso del ferrolano, encontró en su ciudad natal «el imago mundi con sus gentes, formas de hablar y costumbres que se transparentaron en su obra literaria». El profesor José Antonio Ponte Far, uno de los mayores expertos en Torrente, imparte este jueves la conferencia Torrente Ballester y Ferrol en la Cátedra Jorge Juan (Exponav, a las 19.00 horas). Y allí rescatará a un autor «que no tuvo el Premio Nobel porque carecía de las influencias de otros escritores».

 Torrente Ballester recorrió toda Europa y América, llegando a ser profesor en la Universidad de Albany (Nueva York): «Pero siempre decía que el paisaje industrial más hermoso del mundo era el Arsenal de Ferrol visto desde los Jardines de Herrera, por su combinación atípica con los montes de Pontedeume al fondo, las grúas simulando diplodocus o la arquitectura neoclásica». Ponte Far analiza como nadie una obra de huella ferrolana como La boda de Chon Recalde, «donde aparece perfectamente definida una ciudad de vida muy jerarquizada, en una visión crítica sobre una sociedad en la que mandaban las mujeres de los altos jefes de la Marina con sus guateques en el Jofre». Un Ferrol, en definitiva, que contrasta con la libertad de las hermanas Recalde como hijas de un capitán de navío republicano y fusilado por Franco.

El profesor Ponte Far reflexiona sobre la figura de Torrente desde un enfoque actual: «A nivel popular no sé si aquí se han dado cuenta de su importancia, Francia lo considera el Balzac español solo por la trilogía de Los gozos y las sombras pero Ferrol aún no le da todo el valor que se merece». Mientras tanto, «en Portugal es considerado el escritor español más relevante tras Cervantes, en América es el más conocido de los autores españoles del XX sobre todo por la serie de Los gozos y las sombras».

 En el capítulo de las efemérides, este año se cumpliría el 40 aniversario del reconocimiento de Torrente como Hijo Predilecto de Ferrol. Y en 2023 llegará el 25 aniversario de su muerte. «Sus obras más ferrolanas junto a La boda de Chon Recalde son Dafne y ensueños donde recrea su infancia en esta ciudad, La Isla de los Jacintos Cortados o Farruco el desventurado», enumera Ponte Far. El literato nacido en 1910 decidió ser enterrado en el cementerio de Serantes. «Cuando murió en 1999, su mujer Fernanda me llamó a las cinco de la mañana para que comprobase el estado de la tumba familiar», recuerda Ponte. Además, «existía la presión de Salamanca para que fuese enterrado allí al igual que Fray Luis de León o Unamuno, pero Torrente hasta en sus clases en la Escuela de Guerra Naval en Madrid siempre hablaba de Ferrol».

 Para Ponte Far, «su figura no está suficientemente valorada aquí, es como si en A Coruña le dan la espalda a Pardo Bazán». ¿Quizás por su postura durante la Guerra Civil? Admite Ponte Far que «compañeros que coincidieron con él cuando era catedrático en el Concepción Arenal lo tachaban de falangista, para el mundo obrero era un facha y para los ferrolanos de toda la vida un chaquetero liberal». El propio Torrente reconocía que votaba a Felipe González.

Pese a esa complejidad, su lenguaje ha quedado incrustado aquí con frases tan definitorias como «una ciudad lógica en un entorno mágico». El escritor «no escribía en gallego ni en castellano sino en ferrolano, mezclaba realidad y ficción como solo lo han hecho Cunqueiro y los hispanoamericanos». Esa particularidad parte «de ese contraste entre Serantes como pueblo de Valle-Inclán al que llegaban los mendigos y un Ferrol que se avistaba a lo lejos con buques llenos de luces». Ponte Far concluye que «yo lo admiraba como a un abuelo».