Ferrol revivió un año más en la calle los sucesos del 10 de Marzo del 72, que se cobraron la vida de dos trabajadores de Bazán e hirieron a otros muchos
10 mar 2023 . Actualizado a las 21:54 h.Carlos Mella tenía 25 años cuando la policía franquista disolvió, aquel 10 de Marzo de 1972, a tiros la manifestación de los trabajadores de Bazán a cuya plantilla pertenecía. Ninguno de los que allí se encontraban pensaban que aquella protesta que reivindicaba mejoras laborales con el trasfondo de la lucha por las libertades terminaría en aquel baño de sangre y represión. «Pensábamos que podía haber algunos porrazos, pero no que nos fungaran las balas por un lado y por otro», recordó este viernes, al pie del monolito de As Pías, minutos antes de que se celebrase la ofrenda institucional organizada por el Concello y al que se suman todas las organizaciones sindicales.
«Hay una leyenda de que había una ametralladora en el campanario, y podía ser verdad, porque nos cayó una lluvia de balas. Empezábamos a ver cómo caía la gente. Hubo muchos heridos, y otros muchos que no supimos, porque tenían miedo, se fueron para sus casas y los curaron algunos practicantes», evoca.
Mella, que hoy el secretario gallego de la Federación de Pensionistas de CC.OO., exclama sin titubear que «del 10 de Marzo no se puede olvidar nadie en Ferrol. Ni los que lo vivimos, ni la juventud, que tiene que saber lo que pasó». Valora que, después de aquellos acontecimientos, «los trabajadores tomaron una mayor conciencia de clase y se reforzó también el sentimiento de CC.OO. y del Partido Comunista».
En torno a la celebración institucional se dieron cita otros muchos protagonistas de aquella fatídica cita, que lucharon antes y después por la democracia y las libertades, como Sari Alabau, y también empleados anónimos que no pudieron evitar emocionarse al recordar el sufrimiento que padecieron por conquistar mejoras laborales. «Pelexábamos polos postos de traballo e houbo dous mortos», afirmó uno, en alusión a Amador Rey y Daniel Niebla, que en el entorno de As Pías cayeron tiroteados por la policía.
Los días posteriores a aquellos sucesos también se produjo una fuerte represión por parte del régimen franquista, con múltiples detenciones. «Incluso el día de los entierros no dejaban pasar al cementerio. La gente que llevaba un brazalete negro se lo hacían quitar, porque si no, les ponían una multa», recuerda Mella.
Durante el acto institucional, el alcalde de Ferrol, Ángel Mato, recordó a Rafael Pillado, recientemente fallecido. «Hoxe vivimos un momento no que as perspectivas da nosa industria son esperanzadoras. É o momento de que ese desenvolvemento se traduza tamén na mellora do emprego e das condicións laborais», afirmó, aunque advirtió que los puestos de trabajo tienen que servir para «vivir con dignidade».
Movilización de CC.OO.
En el acto en el monolito desembocó una manifestación que partió a las once de la mañana del astillero ferrolano, impulsada por CC.?OO. La secretaria gallega del sindicato, Amelia Pérez, aseguró que la central «recupera memoria para seguir construíndo futuro» y afirmó que los acontecimientos del 10 de Marzo de 1972 supusieron «un punto de inflexión na loita franquista fai 50 anos». Pidió además que las nuevas generaciones mantengan «ese espíritu» para conseguir mejoras laborales.
José Hurtado, secretario comarcal de CC.OO., reivindicó el papel del sindicato en aquellos acontecimientos, frente a aquellos que «dicen que es de ellos». Además, admitió que «tenemos que involucrar a la gente joven».
Protesta de la CIG
En la jornada se mantuvo la tradicional división entre las fuerzas sindicales, ya que la CIG conmemoró por separado esta fecha. Después de celebrar una asamblea de delegados, a las 12.30 horas protagonizó su propia ofrenda floral en el monolito de As Pías. La segunda movilización de la jornada, impulsada por la central nacionalista, partió a las 19.30 horas de su sede en Esteiro. Aunque el sindicato secundó manifestaciones en las siete grandes ciudades gallegas, además de Vilagarcía, Viveiro y A Estrada —con el lema As pensións non se tocan. Emprego, salarios e servizos públicos—, el secretario gallego, Paulo Carril, participó en la de Ferrol.
La central nacionalista considera que las mejoras laborales y las políticas favorables para los trabajadores «hai que conquistalas, non son unha concesión bondadosa dos Gobernos nin nacen do diálogo social». Carril sostuvo que la reforma de las pensiones, pese a que se amplíe el período de cálculo, va a implicar un recorte de las cuantías y el agravamiento de la brecha de género en el país.