Carla del Río, «coach» para ejecutivas a los 50: «Iba como un pollo sin cabeza, con una tableta de Trankimazin en mi bolso»
FERROL CIUDAD
Asesora a mujeres de todo el país y Sudamérica con herramientas como su popular «Diario de gratitud y manifestación»
10 mar 2023 . Actualizado a las 13:56 h.La vida llevó a lo más hondo a Carla del Río (Miño, 1973) antes de ser capaz de salir del pozo, dar un giro radical y emprender su proyecto como coach de vida en plenitud. «Vivía bien en cuanto a lo material, pero iba por la vida como un pollo sin cabeza. Con una tableta de Trankimazin en mi bolso. Cuando tenía crisis de ansiedad por el estrés me tomaba la pastilla y a seguir. Nunca se me había ocurrido parar hasta que la vida me paró de golpe», reconoce. Ahora, triunfa con sus redes sociales (@carla.del.rio) y su herramienta, «Diario de gratitud y manifestación», con el que ayuda a ejecutivas de todo el país y Sudamérica en sus 50 años que quieran salir del bucle de estrés e insatisfacción.
Carla emprendió con 21 años y su trabajo le llevó a estar ligada con este sector de la población al que ahora ayuda por medio del coaching. «Toda mi vida había querido ser estilista. Monté una tienda de complementos y alta perfumería. Fue creciendo y en el 2008 y 2011 hice dos másters en estilismo. Y a partir de ahí ofrecía estos servicios a particulares», recuerda. Era la vida que siempre pensó que había querido tener. «Con los servicios de estilismo ya trabajaba con mujeres ejecutivas, les hacía estilismos de imagen profesional. Un negocio con el que estuve más de veinte años», explica. Pero el destino resquebrajó sus esquemas. «Tuvimos lo que yo llamo 'un tsunami'. Mis dos hermanos enfermaron de cáncer y, en catorce meses, los perdí a ellos, a mi madre y a ocho seres queridos más», lamenta. Se perdió a si misma hasta caer «en un verdadero infierno». «Me quería morir. Y, con todo lo que yo había trabajado para vivir en plenitud, pensaba que ahora ya no iba a poder lograrlo después de lo que había vivido», reconoce. Cómo es el destino que ese parón le llevó a replantearse su vida y pedir ayuda. Explica que estuvo con psicólogos pero no lograba conseguir resultados. «El desarrollo personal fue siempre mi pasión y, después de esto, descubrí la parte de la espiritualidad. Empecé a meditar y hacer diferentes prácticas», recuerda.
Así empezó a trabajar en su propia herramienta, «un diario de gratitud combinando varias técnicas». «Y empecé a encontrarme mejor hasta que tuve, lo que yo digo, 'un llamado'. Me di cuenta que no solo estaba saliendo del pozo, estaba encontrándome mejor que en toda mi vida», agradece. Así que pensó que podía ayudar a esas mujeres con las que había trabajado toda su vida. «Mis clientas de los servicios de estilismo eran mujeres estresadísimas. Les puedo ayudar a transmitir lo que quieren con la imagen, pero dentro hay un vacío que no se cubre», explica Del Río.
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Emprendió un proyecto nuevo de vida, se formó en Coaching de vida y Programación Neurolingüística y empezó su asesoría online. «Después de la pandemia salieron como de debajo de las piedras. No me imaginaba que había tanta gente en esta situación. Creímos que todo se lograba trabajando, sin horarios, como si no hubiera un fin, hipotecando una parte de nuestra vida. Y no es verdad. Creemos que esa rueda, como consecuencia, nos va a traer la plenitud, la felicidad, la tranquilidad... lo que a cada una aspire. Pero es al revés», valora.
Del Río imparte sesiones online que denomina procesos. Y cuenta con dos programas estrella, uno denominado Mujeres en plenitud, y el otro, el Diario de gratitud y manifestación. Pero, ¿qué es plenitud para la coaching? «Es diferente para cada persona. Para mí, vivir en plenitud es vivir despacio, porque venimos de ese ritmo frenético; vivir ligera, sin heridas ni miedos; vivir agradecida; vivir serena, tranquila, en paz y confiada en una misma», describe. Una plenitud «interna» que se complementa con la externa. «Estamos viviendo una experiencia física. La plenitud incluye también la materia, el dinero, la casa en la que vivimos, las experiencias que queremos vivir... Todo esto también tiene que estar en nuestra vida», incide.
La coach triunfa en redes sociales con su diario de gratitud y manifestación personal. «Es una metodología y herramienta mediante la que ayudo a las personas a reprogramar la mente de una manera súper sencilla y paso a paso. Damos nueve pasos en nueve semanas, en los que vamos aprendiendo a cambiar muchas cosas de nuestra vida que no queremos. Engloba gratitud, visualización, ley de atracción y decretos positivos», describe. Un área del coaching que está muy en tendencia, pero los profesionales advierten de la importancia de seguir un proceso dirigido. «Una transformación requiere un acompañamiento, hay que ir dando paso a paso. Y cada persona es diferente», señala.
Quienes quieran contactar con ella pueden hacerlo a través de su web www.carladelrio.com o el correo electrónico hola@carladelrio.com.
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