María Elvira Lezcano: «La historia de la moda es historia del arte en sí misma»

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN LOUREIRO FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

María Elvira Lezcano enseña Historia de la Moda en el Campus Industrial de Ferrol
María Elvira Lezcano enseña Historia de la Moda en el Campus Industrial de Ferrol CESAR QUIAN

Profesora e investigadora del Campus Industrial de Ferrol, «Mavi» asegura que la institución académica «apuesta por la inserción laboral de sus alumnos»

27 feb 2023 . Actualizado a las 13:40 h.

María Elvira Lezcano González, Mavi, (Ourense, 53 años), profesora e investigadora del Campus Industrial de Ferrol, es doctora en Humanidades por la Universidade da Coruña (autora de una tesis sobre el Camino de San Andrés de Teixido), además de licenciada en Geografía e Historia (en la rama de Historia del Arte, especialidad de Museología) y titulada en Turismo. Compagina su actividad docente en el campus ferrolano con la que lleva a cabo en el campus coruñés. Imparte docencia en ámbitos como los de la Historia del Arte y de la Moda (en el Grado de Gestión Industrial de la Moda) y el Patrimonio Cultural (en el Grado de Turismo, que se cursa en A Coruña). Hija del escritor y periodista Arturo Lezcano, una de las figuras centrales del mundo cultural del Ourense más literario —él fue, por cierto, quien le presentó a Carlos Casares a Vicente Risco—, Mavi pasó en Ferrol la mayor parte de su infancia, y dice que, en múltiples sentidos, se siente ferrolana.

—¿Cuándo llegó usted a Ferrol?

—Mi familia se trasladó a Ferrol cuando yo solo tenía ocho meses, así que todos mis grandes recuerdos de infancia son ferrolanos. Siento un gran afecto por Ferrol, que es una ciudad que, de cara al futuro, está llena de posibilidades. Además, en la sociedad de nuestro tiempo el conocimiento es esencial, y eso es algo que aquí tenemos muy en cuenta. Permanecemos siempre atentos, además, a lo que las empresas, con las que estamos muy en contacto, necesitan. El Campus Industrial de Ferrol apuesta por la inserción laboral de sus alumnos.

—¿Qué lugar le corresponde a la moda en la historia del arte?

—La historia de la moda es historia del arte en sí misma. Y además hay que tener en cuenta que la propia moda, como fuente de conocimiento, es fundamental para que nosotros podamos conocer mejor, en conjunto, la historia, y por supuesto la intrahistoria, de cualquier sociedad.

—Pero las fuentes no siempre serán abundantes, imagino. Sobre todo, conforme viajamos hacia el pasado...

—Bueno, eso habría que matizarlo un poco: en primer lugar, el paso del tiempo ha permitido que hasta nosotros lleguen muchas más prendas del pasado de las que por lo general creemos.

—¿Las prendas originales...?

—¡Sí, sí, sí...! A veces de una manera sorprendente. Y en última instancia tampoco podemos olvidar que la historia del arte nos cuenta muy bien, sobre todo a través de la pintura, cómo se vestía la gente en distintas épocas. Lo que pasa es que, obviamente, eso se refiere, sobre todo, a las élites de cada momento. Porque las élites son las que se hacen pintar, las que tienen medios para encargar un retrato suyo.

—¿Y en el caso de quienes no pertenecían a esas élites...?

—Por lo que atañe a las clases más humildes, no podemos olvidar que en la historia de la pintura hay mucho más que retratos, y que cuadros de otro tipo nos muestran también, a veces, cómo vestían las personas de un sustrato social más bajo. Aunque no tenemos tantas fuentes, claro.

—E imagino que lo mismo sucede con las prendas que han sobrevivido, físicamente, desde el pasado...

—Sí, porque por lo general cuando se conserva una prenda a través de los siglos es porque se trata de algo que utilizó una persona muy relevante. Aunque, por supuesto, puede haber otros casos.

—La llegada de la fotografía supuso, para el conocimiento de la intrahistoria, un cambio fundamental.

—¡Por supuesto...! Y ahí están ejemplos como el de las fotos de Ruth Matilda Anderson.

«Recuperar las baterías de la costa añadirá un nuevo atractivo turístico a toda la comarca»

«Tenemos que tomar conciencia —dice Mavi Lezcano— de que Ferrol, toda Ferrolterra, tiene unas inmensas posibilidades turísticas que, en buena parte, aún están sin explotar. Sin ir más lejos, recuperar las baterías de la costa añadirá un nuevo atractivo a toda la comarca. No me gusta caer en el tópico, ni utilizar frases hechas [sonríe Mavi], pero creo que si digo que, en el aspecto turístico, Ferrol es un diamante en bruto, estaré reflejando fielmente la realidad».

—¿Cree que Ferrol logrará su objetivo de ser Patrimonio de la Humanidad?

—No me cabe ninguna duda de que así será. Ferrol conseguirá ser declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Pero, sinceramente, creo que el camino no va a ser fácil. Llevará su tiempo. Y es importante tener en cuenta eso, que el objetivo es difícil, para avanzar de forma decidida, sin desanimarse jamás. Porque, e insisto en ello, el objetivo se conseguirá.

—¿Cuál es la mayor singularidad de Ferrol?

—En mi opinión, su carácter de conjunto. Ferrol es un todo. Y si no somos capaces de verlo como un todo, no lo comprendemos.

—San Andrés de Teixido, otra de sus grandes pasiones, tiene un lugar de honor en el alma de Galicia. San Andrés... y todo su camino.

—Ahí se dan la mano todo tipo de patrimonios, tanto en el ámbito de lo material como en el de lo inmaterial. El camino es maravilloso. ¿Y qué decir de la aldea de Teixido, tanto del santuario como de todas las tradiciones, cristianas o no, que lo rodean? Es muy bonito pensar que los gallegos vivimos convencidos de que San Andrés de Teixido es un lugar al que todos tenemos que ir al menos una vez y que, de hecho, así será, puesto que allí vai de morto quen non foi de vivo.