Nuevo escenario sin mascarillas en el transporte público de Ferrol: «Vengo con ella puesta porque estoy resfriada, pero me la quitaré»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

José Pardo

Puri Pita y Sergio Dresel, usuarios del ferrocarril, ejemplifican a quienes optaron por no portar el cubrebocas y a los que lo mantienen

08 feb 2023 . Actualizado a las 13:47 h.

Desde esta misma mañana, tomar el transporte público no requiere la obligatoriedad de portar mascarilla. Eso sí, el nuevo paso en la relajación de las medidas contra el coronavirus dejó a los usuarios de en la comarca de Ferrol algo divididos.

Es el ejemplo de Puri Pita y Sergio Dresel. Coincidieron esta mañana en el tren de FEVE que conecta Ortigueira con la urbe naval. Son vecinos de la villa marinera y recurren asiduamente al ferrocarril para llegar a Ferrol los días que deben hacer recados. En este primer viaje sin tener que portar necesariamente el cubrebocas, Sergio optó por no llevarla, mientras que Puri la mantuvo. «Vengo con ella puesta porque estoy resfriada. Así que prefiero ponerla de momento», reconoce Pita, quien ya ha padecido la infección por coronavirus en una ocasión. No obstante, esta usuaria habitual del transporte ferroviario señala que en los próximos desplazamientos cree que ya se la quitará. Para Sergio, es casi un alivio retirarla. «Había muchas ganas ya de que no fuese forzoso», reconoce. Tampoco el maquinista de esta línea la llevaba ya puesta.

La norma, hasta hoy, de tener que usar mascarilla en el transporte público obligaba a estos vecinos de Ortigueira a realizar un pequeño desembolso extra al mes. Pero tampoco creen que haya sido mayor problema. «Suelo comprar las mascarillas en paquetes para tener en casa siempre. Hay que seguir llevándola al médico, a la farmacia...», comenta Purificación. Sergio también las compraba «al por mayor». Pero él, aunque por el momento no se ha contagiado del coronavirus, es más proclive a esta supresión de la norma. «Soy de los que resisten. Pero no hay ningún miedo», señala.

Nunca se han encontrado con ningún percance en el tren de cercanías por algún viajero que no siguiese la norma. Ni creen que fuese mayor inconveniente la obligatoriedad. «Normalmente en cada bolso o abrigo tengo una mascarilla», comenta Puri. Sergio, en los bolsillos de sus abrigos. «Una vez me la olvidé. Iba a subir al tren y me di cuenta que no tenía. Pero no fue mayor problema. Me dio una un funcionario del tren», recuerda el viajero.

Para Puri, aunque se relajen las medidas, hay que tener «respeto» a lo vivido. «Es cierto que había ganas ya de que quitasen la obligatoriedad, yo, normalmente, por la calle ya no la llevo, pero hay que tenerle respeto al covid», comenta.