Las mafias impulsan la «teleprostitución» en Ferrol para zafarse de la policía

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Un convenio para crear una red que rescate a las víctimas a cualquier hora. Roberto Ferreira, Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, y Marta Pazo, de Cáritas, ayer durante la presentación del convenio de colaboración entre las entidades.
Un convenio para crear una red que rescate a las víctimas a cualquier hora. Roberto Ferreira, Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, y Marta Pazo, de Cáritas, ayer durante la presentación del convenio de colaboración entre las entidades. JOSE PARDO

El centro de día Oblatas atendió el año pasado a 298 personas atrapadas en alguna red de explotación sexual de la zona

07 feb 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

Cada semana hacen visitas a la treintena de pisos y a los clubes en los que se ejerce la prostitución en Ferrol. También cuentan con una red de ayuda que intentan activar en cualquier momento. Sin embargo, los responsables del centro de día Oblatas O Mencer aseguran que cada vez es más complicado seguir la pista de la explotación sexual, porque las mafias hacen todo lo posible para ello.

Para empezar están instaurando la teleprostitución, es decir, ya no se espera en pisos o barras a que llegue el cliente, sino que este llama y se le envía allí a la persona que hará el servicio. «Más inseguridad y menos posibilidades de que la policía pueda seguirlos», cuenta Roberto Ferreiro, coordinador del citado centro y que este martes dio a conocer un convenio con Cáritas para asistir a todas las personas que quieran dejar de vender su cuerpo.

«De las 298 personas que atendimos el año pasado solo tres pudieron ser identificadas como víctimas de trata de personas, y no es por falta de colaboración policial, porque el grupo de Ferrol está muy implicado, sino por el secuestro mental que padecen», asegura Ferreira.

La barrera más importante con la que se encuentran es el aislamiento en el que viven las personas que ejercen la prostitución. En la mayoría de los casos son extranjeros y no cuentan con documentación o se sienten presionados, porque han dejado a sus hijos a cargo de allegados que esperan unos ingresos puntualmente.

Este miércoles Cáritas dedica una jornada de oración y reflexión al problema de la trata de personas.

«Hubo un tiempo en el que en cada piso había un transexual como reclamo»

El centro de día de las Oblatas atendió el año pasado a 21 personas transexuales y cinco hombres. El resto fueron todo mujeres: 272. Curiosamente en el submundo de la prostitución los hombres y los trans están en un escalón todavía más precario. Los voluntarios que les ayudan aseguran que consumen más drogas y sufren muchos estigmas. «Hubo un tiempo en el que en cada piso había un transexual como reclamo», detalla Roberto Ferreiro, que contacta con posibles víctimas de las mafias consultando los anuncios en los que se ofrecen.

La única buena noticia es que el año pasado no tuvieron que alertar a los servicios sociales por menores ejerciendo, aunque los niños siguen siendo las otras grandes víctimas. Buena parte de las mujeres que ejercen tienen hijos, en algunos casos, con ellas y a veces fruto de las relaciones con personas que las explotan.