El perfil de la prostituta en Ferrol: Una mujer de 35 años que entra y sale del alterne y que ha perdido la custodia de sus hijos

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Un convenio para crear una red que rescate a las víctimas a cualquier hora. Roberto Ferreira, Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, y Marta Pazo, de Cáritas, ayer durante la presentación del convenio de colaboración entre las entidades.
Un convenio para crear una red que rescate a las víctimas a cualquier hora. Roberto Ferreira, Fernando García Cadiñanos, obispo de Mondoñedo-Ferrol, y Marta Pazo, de Cáritas, ayer durante la presentación del convenio de colaboración entre las entidades. JOSE PARDO

Detrás de cada caso que llega al centro de día de las Oblatas hay una tragedia

08 feb 2023 . Actualizado a las 08:50 h.

Detrás de cada caso que llega al centro de día de las Oblatas en Ferrol hay una tragedia. A veces se concatenan, porque los responsables de esta red de acogida aseguran que es bastante común que las personas caigan una y otra vez en la prostitución, normalmente sienten que no tienen nada más. «El caso que siempre me viene a la mente es el de una mujer brasileña que llegó engañada y que dejaba un hijo en su país: se prostituyó hasta que encontró una pareja y lo dejó, pero no funcionó y este hombre le quitó la custodia del hijo, así que ella regresó a la calle», cuenta Roberto Ferreiro, coordinador del centro, sobre una mujer que salió otras tres veces más del mundo del alterne para caer de nuevo. Incluso estuvo en la cárcel. Tiene cuatro hijos y ha perdido la custodia de los cuatro. «El problema es el aislamiento que sufren y la percepción que tienen de ellas mismas es que no sirven para nada más, por eso toleran a parejas que les piden que se prostituyan para ganar dinero para ellos, como sucedió en este caso, en varias etapas de su vida», cuenta.

La relación con las drogas es otra constante del perfil mayoritario de estas mujeres: «No son adictas, pero tienen que consumir con los clientes, hay algunos que solo buscan eso, que tomen drogas junto a ellos». En el caso de las personas transexuales y los hombres la drogadicción es más común. Y la edad de los instalados en el área de Ferrol es mayor: algunos rondan los 50 años, mientras que las mujeres oscilan entre los 18 y los 45. Ahora mismo, las nacionalidades mayoritarias entre las víctimas de trata es la colombiana y la dominicana. También son las mujeres de estos países las que, junto con las de Brasil, sienten una presión más fuerte para dejarlo. La mayoría de los 30 pisos activos están en el Ensanche y Ultramar.

Las mafias impulsan la «teleprostitución» en Ferrol para zafarse de la policía

Cada semana hacen visitas a la treintena de pisos y a los clubes en los que se ejerce la prostitución en Ferrol. También cuentan con una red de ayuda que intentan activar en cualquier momento. Sin embargo, los responsables del centro de día Oblatas O Mencer aseguran que cada vez es más complicado seguir la pista de la explotación sexual, porque las mafias hacen todo lo posible para ello.

Para empezar están instaurando la teleprostitución, es decir, ya no se espera en pisos o barras a que llegue el cliente, sino que este llama y se le envía allí a la persona que hará el servicio. «Más inseguridad y menos posibilidades de que la policía pueda seguirlos», cuenta Roberto Ferreiro, coordinador del citado centro y que este martes dio a conocer un convenio con Cáritas para asistir a todas las personas que quieran dejar de vender su cuerpo.

«De las 298 personas que atendimos el año pasado solo tres pudieron ser identificadas como víctimas de trata de personas, y no es por falta de colaboración policial, porque el grupo de Ferrol está muy implicado, sino por el secuestro mental que padecen», asegura Ferreira.

La barrera más importante con la que se encuentran es el aislamiento en el que viven las personas que ejercen la prostitución. En la mayoría de los casos son extranjeros y no cuentan con documentación o se sienten presionados, porque han dejado a sus hijos a cargo de allegados que esperan unos ingresos puntualmente.

Este miércoles Cáritas dedica una jornada de oración y reflexión al problema de la trata de personas.

«Hubo un tiempo en el que en cada piso había un transexual como reclamo»

El centro de día de las Oblatas atendió el año pasado a 21 personas transexuales y cinco hombres. El resto fueron todo mujeres: 272. Curiosamente en el submundo de la prostitución los hombres y los trans están en un escalón todavía más precario. Los voluntarios que les ayudan aseguran que consumen más drogas y sufren muchos estigmas. «Hubo un tiempo en el que en cada piso había un transexual como reclamo», detalla Roberto Ferreiro, que contacta con posibles víctimas de las mafias consultando los anuncios en los que se ofrecen.

La única buena noticia es que el año pasado no tuvieron que alertar a los servicios sociales por menores ejerciendo, aunque los niños siguen siendo las otras grandes víctimas. Buena parte de las mujeres que ejercen tienen hijos, en algunos casos, con ellas y a veces fruto de las relaciones con personas que las explotan.