Las «cundas»: taxis que trasladan a adictos en la zona de Ferrol  y Narón y que pueden incurrir en un delito grave

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Imagen de archivo de una redada policial en la zona de Freixeiro.
Imagen de archivo de una redada policial en la zona de Freixeiro. CESAR TOIMIL

La unidad policial de lucha contra la droga vigila el trasiego de personas en las proximidades de trece asentamientos

31 ene 2023 . Actualizado a las 18:23 h.

El trasiego de taxis en el entorno de los asentamientos en los que presuntamente se vende droga en el área de Ferrol y Narón es una constante. Por esta razón, las fuerzas de seguridad realizan muchas vigilancias entre las personas que se acercan a esos puntos calientes del narcotráfico. Los investigadores de la policía nacional recuerdan que estos taxis se denominan «cundas» y pueden estar incurriendo en un delito grave prestándose a transportar a un adicto o recogiendo un paquete en estos entornos. Se trata de otra de las aristas del problema del narcotráfico en Ferrolterra, al que también se le está intentando poner coto. 

Para empezar, el artículo 36.17 de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana tipifica como infracción administrativa grave «el traslado de personas, con cualquier tipo de vehículo, con el objeto de facilitar a estas el acceso a drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas».

Cuando, además, queda probado que se facilita el consumo o se cobra un extra por esta carrera la «conducta descrita también podría subsumirse en el tipo del delito de tráfico de drogas», según detallan los agentes que participan en estas operaciones. De hecho, en España hay numerosas sentencias condenatorias a taxistas en las que a los arrestados se les imputaron los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y un delito contra la Seguridad Social y la Hacienda pública, ya que la policía supone que no declararon los ingresos que habrían llegado a ganar en un año.

Los agentes sospechan que estos conductores cobran un suplemento por trasladar a los adictos al entorno de los campamentos o incluso por recoger encargos en la zona, aunque para ellos es difícil de demostrar. De ahí que se esté intensificando la vigilancia en las lindes de esos asentamientos en Ferrol y Narón, donde hay en la actualidad trece puntos de venta de droga, después de que se desarticulase uno recientemente.