Inma Gutiérrez: «Las rondallas de Ferrol siempre han unido a personas de diferentes ideologías»

Ramón Loureiro Calvo
ramón loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Afirma que la musica tradicional de la ciudad «refleja el valor de la convivencia»

29 ene 2023 . Actualizado a las 22:23 h.

Aunque Inma Gutiérrez (Bilbao, 66 años) no nació en Galicia, se considera, esencialmente, gallega. Y, sobre todo, ferrolana. Gran defensora de las tradiciones de Ferrol, desde hace décadas documenta, con su cámara, todo cuanto gira alrededor de la Fiesta de las Pepitas. Muy unida a la rondalla del Club de Campo, de la que ella misma fue madrina en el 2010, afirma que «las rondallas de Ferrol siempre han unido a personas de diferentes ideologías». Y asegura que la música tradicional de la ciudad, más allá de su dimensión artística, «refleja el valor de la convivencia», demostrando que la cultura hace mejor el mundo porque enseña a superar las diferencias y fomenta la tolerancia.

—Una rondalla es una agrupación musical muy especial...

—Una rondalla es una familia. Y en ella, como en todas las familias, hay personas que tienen maneras de pensar muy distintas. Pero, ante la amistad y ante la música, esas diferencias se dejan siempre a un lado. Cantar unidos es muy importante. Y ojalá los políticos tomasen nota de que, gracias a la cultura, y sin que nadie renuncie a su propia ideología, es posible caminar unidos.

—¿La Noche de las Pepitas es una fiesta exclusivamente ferrolana?

—Digamos que es una fiesta esencialmente ferrolana. Abierta, por supuesto, a todo el mundo, pero que tal y como se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo, está tan unida a Ferrol que es difícil poder pensar que en otro lugar también llegaría a ser lo mismo. Es una tradición estrechamente vinculada a la ciudad. Aunque también hay que entender que las tradiciones no son algo que permanezca inmovible a lo largo del tiempo. Y aquí ha ha habido algunos muy importantes.

—¿Por ejemplo?

—Un cambio esencial ha sido la apertura del repertorio de las rondallas a formas de expresión musical completamente nuevas. Algo que, por cierto, ha permitido ganar más público para las agrupaciones musicales de la ciudad, cuya presencia es recibida con entusiasmo en todo tipo de escenarios. Tanto de Ferrol como de otros lugares. A lo largo de todo el año. Y otro cambio que a mí me parece importantísimo es que hoy, entre las rondallas de Ferrol, ya hay una que está formada, en su totalidad, por mujeres. Esa incorporación de la mujer me parece importantísima, algo muy valioso.

—¿Cómo es la rondalla del Club de Campo, a la que usted está tan unida?

—Pues es, también, como una verdadera familia, una familia más. Creo que con eso ya lo digo todo. Los lazos de amistad entre las personas que forman la rondalla, entre quienes impulsan ese proyecto y entre sus propios familiares y amigos es algo extraordinario, que para entender en su verdadera magnitud hay que vivir desde dentro.

—Cómo fotógrafa, ¿qué es lo que más la atrae del mundo rondallista ferrolano? ¿Qué aspectos son los que, desde su perspectiva de artista, le gustan más?

—Podría decirse que todo lo que la Noche de las Pepitas tiene de color y de vistosidad. Pero lo cierto es que me atrae todo, absolutamente todo. Empezando por todo el capital humano que hace posible que esta fiesta se celebre.

—¿Qué futuro les aguarda a las rondallas ferrolanas?

—Con respecto al futuro de las rondallas, hay gente que es extraordinariamente pesimista, pero desde luego ese no es mi caso. Las rondallas y el Fiesta de las Pepitas irán a más. De hecho, nunca han dejado de ir a más. Los jóvenes, poco a poco, irán haciendo suya esta tradición.