Doniños recupera su manto de arena

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Vista aérea de la playa de Doniños
Vista aérea de la playa de Doniños CESAR TOIMIL

Las dinámicas costeras del invierno han vuelto a cubrir el socavón lleno de piedras que el pasado verano se podía ver en la zona de Outeiro

28 ene 2023 . Actualizado a las 17:02 h.

Las dinámicas costeras, el aumento del nivel del mar, la erosión que provocan los temporales.... Las playas son zonas en constante cambio, aunque muchas de esas transformaciones llamen la atención, no son más que el resultado de efectos meteorológicos y geológicos. El verano pasado la zona de Outeiro, en Doniños, lucía un gran socavón que dejaba al descubierto un gran número de piedras, y con menos arena que otros años. Meses después los temporales del invierno han devuelto a la playa su tradicional manto de áridos.

Aquella estampa llamó la atención de los bañistas, pero en realidad llevaba meses produciéndose. Xan Silvar, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural en Ferrol, explica que estos cambios son producidos por las propias dinámicas costeras, «que deixan ao descuberto eses bosques fósiles», afirma el biólogo.

Son granitos de sedimentación muy antigua, que evidencian que allí había una zona de vegetación, cuando el nivel del mar era mucho más bajo. «En realidad no es nada inusual, fue muy llamativa la erosión de Doniños, e impresionó un poco más, pero pasa todos los años, por ejemplo cuando tuvo lugar el tren de las ciclogénesis explosivas en el invierno del 2013 y 2014», explica Rafael Carballeira, investigador posdoctoral del grupo de Limnología de la Universidad de Valencia, y autor de varios estudios en el litoral de Doniños.

Se dan varias circunstancias que explican este fenómeno, que afectó al extremo de Outeiro. Por un lado, el invierno es, sin duda, la época de más actividad erosiva, y por el otro, los depósitos arenosos son muy dinámicos, y no están consolidados, «por lo que es muy fácil que el mar los mueva a lo largo del año». Entre esos dos procesos, se tiene que dar un equilibrio.

Y mientras en Doniños esa arena ha regresado a su lugar, en Ponzos ha ocurrido el efecto contrario, y esos bosques fósiles han emergido en este arenal de Covas. «Son unos depósitos de bosques antiguos, de zonas terrestres que ahora están anegadas por el mar, y en esos depósito se puede ver madera de árboles terrestres», señala el experto.

Hace cinco mil años se empezó a estabilizar el nivel de costa que hay en la actualidad, prosigue Carballeira, «el mar fue devorando toda la zona terrestre que había, pero en algunas zonas que tienen determinada orientación o están protegidas, esos depósitos han permanecido».

JOSE PARDO

Esos restos que han quedado al descubierto en verano en Outeiro y ahora en Ponzos pueden ser rocas, como en el caso de la primera, o bosques fósiles como en el segundo. En algunos casos, advierte este biólogo, estos restos han llegado a ser confundidos por bañistas con chapapote del Prestige, «que al ser orgánicos y tener mucho carbono», tienen ese aspecto negruzco.

En definitiva, son episodios que llevan ocurriendo desde siempre, sin embargo, la coincidencia de que la erosión se produjese en los meses previos a la temporada de verano hizo que el socavón de piedras que lució Outeiro en los meses de verano llamase más la atención que si hubiese ocurrido en el mes de febrero.