Cien años de la Pescadería de Ucha en Ferrol: «Es un lujo trabajar aquí»
FERROL CIUDAD

Los placeros celebran el siglo de vida de la apreciada nave modernista, pero piden más mantenimiento y promoción «para que esto no se muera»
26 ene 2023 . Actualizado a las 16:20 h.Rodolfo Ucha Piñeiro diseñó la Pescadería del Mercado Central de Ferrol en el año 1910, al dictado del lenguaje modernista, pero —por dificultades económicas, problemas burocráticos y algunos dimes y diretes en el Ayuntamiento— la nave no se pudo construir hasta 1923, cuando su obra ya estaba instalada en el neoeclecticismo. Al abrigo de su cubierta de zinc y sus refinadas verjas de hierro, los placeros vivieron décadas de bullicio y abundancia, pero también se enfrentaron a tiempos duros. Víctima del deterioro en los ochenta, a punto estuvo de sucumbir al derribo y la piqueta en los noventa, pero afortunadamente se salvó y en el 2003 renació tras una rehabilitación integral. Y en este 2023, cuando se cumplen cien años de su construcción, la preciosa joya modernista de Ucha no solo se sigue alzando imponente en el barrio de A Magdalena, sino que también conserva su función.
Para celebrarlo, desde la plaza de Armas la concejala de Patrimonio, Eva Martínez, avanza que el Concello sacará a la luz unos seiscientos ejemplares de la obra Entender o Modernismo a través da obra de Rodolfo Ucha, de la historiadora del arte Pilar Freire, todavía inédita y que ha servido como base para organizar rutas y actividades didácticas a lo largo de los dos últimos años. Y al pie de la histórica nave, los placeros que a día de hoy le dan vida también celebran el centenario a su manera, aunque casi todos con un sentimiento agridulce, a medio camino entre el orgullo de trabajar en un edificio de tanto valor arquitectónico y la «pena» por ver su actividad «en declive» debido a la «falta de mantenimiento y promoción».

«Es un lujo poder trabajar en un edificio tan bonito como este. Tenemos una nave preciosa, abierta, bien ventilada, en la que no tienes el agobio de un centro comercial... Pero hace falta más mantenimiento y limpieza», dice sin dejar de desescamar el pescado Esmeralda Prieto. Tato, uno de sus más fieles clientes, también confiesa su pasión por la Pescadería —«vengo a menudo porque el pescado es espectacular y el edificio es precioso»—, pero, como la pescantina, considera que requiere más cuidados.
Lo mismo opina José Horjales, de Pescados Lano, que recuerda que a una de las puertas laterales le falta «una hoja» y otra de las principales «no abre ni cierra bien», mientras que, tras el mostrador de Tinita Cedeira, Javier Pérez también reivindica más atención para una nave que «habla mucho» de la ciudad y de su pasado. «Si quieres conocer la cultura de un pueblo tienes que visitar dos lugares: su cementerio y su mercado», subraya.

El discurso se repite en los puestos de Peixes Nico, Mari Carmen Prieto, Peixes Niki, Eva Pérez... Todos alaban la belleza del edificio, pero al mismo tiempo reivindican «más atención». «Si queremos que dure otros cien años y que mantenga su uso, hay que cuidarlo, mantenerlo y promocionarlo», reclaman Elena, Silvia y Natalia, empleadas de Peixes Niki. Y todos exigen facilidades para aparcar y celeridad en las obras de la calle de la Iglesia. «Si no, esto se muere».
PILAR FREIRE, HISTORIA DEL ARTE
«Es una pena que la nave haya quedado asfixiada entre los edificios del entorno»

La historiadora Pilar Freire (Ferrol, 1973) es la autora del estudio Entender o Modernismo a través da obra de Rodolfo Ucha, que el Concello prevé editar este año «para biliotecas, entidades, centros escolares y como regalo institucional», en palabras de Eva Martínez.
Según explica la propia autora, se trata de un estudio que elaboró para el Concello hace dos años y con el que se intenta aproximar al lector al Modernismo a través de la obra de Ucha. Además, el estudio también propone dos itinerarios para descubrir los edificios que diseñó el arquitecto dentro de este estilo: uno centrado en las obras del «Modernismo puro» (entre 1909 y 1916) y otro que recorre las que van del «Modernismo al Neoeclecticismo» (1916-1927).
«Aunque la pescadería se construyó en la época del Neoclecticismo, Ucha la diseñó en 1910 y por eso se incluye en el itinerario del modernismo puro», apunta.
En su opinión, la Pescadería atesora un enorme valor, porque no solo se concibió con criterios artísticos —algo excepcional para una «obra menor» como un mercado—, sino que en su diseño Ucha también se preocupó por el saneamiento, la higiene y la ventilación. Freire valora además el uso de diferentes materiales —hormigón, hierro y cristal— y, si tiene que poner un «pero», no se lo adjudica al inmueble, sino a lo que lo rodea. «Es una pena que la nave haya quedado asfixiada entre los edificios del entorno», dice en referencia a las otras construcciones del Mercado Central.