Luis Loureiro, artista de Narón: «Los años que pasé como trabajador de Astano fueron esenciales en mi vida»

FERROL CIUDAD

Dice que «un creador necesita libertad, porque sin ella no puede ser fiel a sí mismo»
16 ene 2023 . Actualizado a las 04:45 h.Luis Loureiro (Sedes, Narón, 79 años) expondrá en el Centro Torrente Ballester de Ferrol el fruto de los últimos diez años de su constante labor creativa. Artista al que jamás le ha preocupado remar contra la corriente, confiesa que la madurez lo ha llevado no solo a adentrarse más y más en su universo personal —buscando, a través de la luz, un lenguaje propio—, sino también a intentar simplificar al máximo los recursos narrativos. Trabajador de Astano desde que ingresó en el astillero como aprendiz hasta que le llegó el tiempo de la prejubilación, conserva un gran recuerdo de los casi cuarenta años que permaneció vinculado al sector naval. «Los años que pasé como trabajador de Astano fueron esenciales en mi vida —comenta—. El trabajo en el astillero, en el que tuve muchos amigos entre los que también había numerosos artistas, como Xaquín Marín, me dio la independencia necesaria para crear con libertad».
—Y la libertad siempre ha sido muy importante para usted...
—Fundamental. Desde mi punto de vista, si algo necesita un creador es, sobre todo, libertad. Porque sin libertad un artista no puede ser fiel a sí mismo.
—¿Qué servidumbres impone el mercado del arte?
—¿Servidumbres? ¡Todas...! Si necesitas vender un cuadro para poder comer, estás perdido. Por eso siempre me interesó tanto poder vivir sin estar pendiente de que una obra mía se vendiese o no. En ese sentido, Astano, que fue para mí una gran experiencia tanto en lo personal como en lo profesional, también marcó mi camino en el arte.
«Llevo 60 años pintando, y creo poder decir que nunca he dejado de evolucionar»
«Llevo ya 60 años en la creación, pintando —dice Luis Loureiro—. Ha sido, sí señor, toda una vida. Y creo poder decir que nunca he dejado de evolucionar».
—En sus inicios, para usted fue fundamental el paisaje.
—Y sigue siéndolo. Lo que ocurre es que mi visión del paisaje ha ido cambiando por completo. A veces, una línea recta puede resumir todo lo que un lugar te sugiere. Al menos, en mi caso es así.
—En la muestra que se inaugurará a finales de este mes en el Torrente Ballester hay tanto pintura como dibujo y escultura. ¿Cuántas piezas serán, en total, las que se podrán ver?
—Más de cuatrocientas piezas. Aunque al citar esa cifra, que puede llamar un poco la atención, hay que aclarar que también estoy contando las piezas que forman parte de un mural. Pero, en cualquier caso, es mucho, mucho trabajo.
—Vive usted, como creador, una etapa especialmente intensa.
—Así es. Y esa etapa comenzó, en realidad, durante el confinamiento que trajo consigo la pandemia. Mi reacción, en ese momento, fue ponerme a pintar con la intensidad del pasado. Y no solo no he dejado de hacerlo así, sino que continúo trabajando con todas mis fuerzas. A mi edad, uno no puede desaprovechar el tiempo.
—Como artista, ¿qué representa hoy la naturaleza para usted?
—La naturaleza es, para mí, un motivo de inspiración constante. De hecho, la naturaleza me ha inspirado desde que di mis primeros pasos en el mundo del arte. La necesito para crear.