Rocío Ameneiros, profesora del campus de Ferrol: «Las bibliotecas, al facilitar el acceso a la cultura, evitan la desigualdad»
FERROL CIUDAD
Lamenta que la sociedad no siempre sepa apreciar el «valor del conocimiento»
15 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Rocío Ameneiros Rodríguez (Ferrol, 43 años), profesora del Área de Biblioteconomía y Documentación en el Campus de Ferrol y autora de una tesis doctoral sobre la biblioteca del Padre Sarmiento, se formó tanto en la Universidad Carlos III como en la propia Universidade da Coruña, fue Premio Nacional Fin de Carrera en el 2003 y ha sido, además, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su dedicación a la figura de Sarmiento, que ha tomado como hilo conductor la enciclopédica biblioteca de uno de los grandes ilustrados españoles, ha permitido abordar, desde una perspectiva nueva, la esencia del Siglo de las Luces español. Firme defensora de las Humanidades como puerta abierta a un futuro en el que cada vez será más importante gestionar de forma eficaz la información, colabora habitualmente, tanto en el ámbito docente como en el investigador, con universidades como las de Granada y Las Palmas.
—Decía Borges que siempre soñó el Paraíso como algún tipo de biblioteca...
—Las bibliotecas cumplen una función social muy importante. Y, al facilitar el acceso a la cultura, evitan la desigualdad.
—¿Cómo serán en el futuro?
—Ya están inmersas en un proceso de cambio muy profundo. Y en el futuro, aunque la sociedad no siempre sepa apreciar el valor del conocimiento, tendrán un papel muy importante. La idea tradicional de la biblioteca ya tiene muy poco que ver con la realidad a día de hoy. Una biblioteca tiene que crear contenidos. Y, sobre todo, hacer comunidad.
«Fray Martín Sarmiento fue durante mucho tiempo un gran desconocido»
Afirma Rocío Ameneiros que «por desgracia, Fray Martín Sarmiento fue durante mucho tiempo un gran desconocido». Algo que, en su opinión, no deja de entrañar una cierta paradoja.
—Y eso, ¿por qué?
—Porque lo cierto es que Fray Martín Sarmiento fue, en su época, un hombre de una gran proyección. Una proyección que no puede compararse a la que tuvo el Padre Feijóo, con quien él colaboró mucho, pero que de todas formas fue muy grande, como demuestra el hecho de que constantemente, y desde las más altas instancias, se le solicitasen informes sobre las cuestiones más dispares. Su visión de las cosas se tenía especialmente en cuenta. Pero después de su muerte, y durante muchos años, su obra y su figura cayeron en el olvido. Cosa que, por fortuna, hoy ya ha cambiado.
—¿Qué siente, quien venera tanto la figura de Sarmiento como usted, al tener un manuscrito suyo en sus manos?
—Bueno, la verdad es que es una sensación muy especial. Porque aunque la tecnología de hoy nos permita reproducir documentos con una precisión extraordinaria, el manuscrito es, ciertamente, distinto. En él percibes desde la textura del papel hasta el uso de diferentes tintas...
—¿Cómo era, en realidad, la biblioteca de Sarmiento?
—Muy interdisciplinar, como corresponde al hombre enciclopédico que él era. Entre sus 5.500 volúmenes había 63 materias diferentes, desde la botánica y la medicina hasta la teología, la literatura y las matemáticas.
«Es muy importante que la universidad forme a buenos gestores de contenidos»
A su entusiasmo por la investigación, Rocío Ameneiros une una intensa vocación docente. Y se siente muy orgullosa de que, en el ámbito de la Bibloteconomía, el Campus de Ferrol esté impartiendo una titulación «única en Galicia». En este sentido, afirma que «es muy importante que la universidad forme a buenos gestores de contenidos», a profesionales que sepan «gestionar la información» y que impulsen la «preservación del patrimonio».
—En un mundo en el que las nuevas tecnologías están omnipresentes, ¿por qué se lee menos?
—No se lee menos. Eso se dice a menudo, pero no es verdad. De hecho, todos los estudios recientes indican lo contrario: que hoy se está leyendo más. Cuestión distinta, claro está, es en qué soporte se lee.
—Y qué se lee.
—Desde luego que sí. Pero se lee más. Sobre todo, desde la pandemia. Los datos lo confirman.
—¿Nuestro tiempo ha renunciado a tener a los grandes clásicos en el horizonte?
—¡Noooo...! En nuestro tiempo, en el que ya hay tantas formas distintas de leer, tenemos que reivindicar todo lo que la cultura nos da y nos ha dado. Y precisamente por ello, porque no podemos renunciar a las Humanidades, es tan importante, e insisto en ello, formar buenos gestores de contenidos. Los tesoros que albergan nuestras bibliotecas y nuestros museos, e incluso nuestros archivos, tenemos que saber ponerlos al alcance de toda la sociedad. Entre otras razones, porque hay algo que nunca deberíamos olvidar...
—¿A qué se refiere?
—A que el conocimiento trae consigo oportunidades nuevas. Cosa que también es importante saber transmitir. Tenemos que seguir avanzando en esa dirección. Necesitamos las Humanidades más que nunca.