El renacer del molino de Xuvia, de un complejo industrial en ruinas a un inmueble rehabilitado y respetuoso con el patrimonio

FERROL CIUDAD

La antigua fábrica de harinas que creó el empresario de origen francés Jean Lestache en el siglo XVIII luce ahora nueva imagen y será convertido en centro de interpretación

30 dic 2022 . Actualizado a las 16:46 h.

En abril del 2009 el Concello de Narón se convirtió en el propietario del molino de Xuvia, una factoría de producción de escala industrial, que el empresario de origen francés Jean Lestache convirtió en la principal proveedora de harinas de la España de mil setecientos. El Ayuntamiento lo adquirió en ese momento por 300.000 euros. Tras unas primeras obras de consolidación de la cubierta, que se encontraba derruída -al poco tiempo de hacerse efectiva la compra-, fue hace más de un año cuando arrancó la obra integral de rehabilitación de esta edificación original del siglo XVIII, construida sobre una superficie de 550 metros cuadrados a orillas de la desembocadura del río Xuvia. Los trabajos ya se encuentran concluidos, el molino luce nueva imagen y solo resta los trabajos de musealización para convertirlo en el Centro de Interpretación de Muíños Industriais de Xuvia. Se invirtieron 1,25 millones de euros de los que la Unión Europea a través de Edusi Ría de Ferrol, Cidade 2020 aportó más de 523.000 euros, la Diputación de A Coruña 400.000 y el Concello los 330.305 restantes.

Situado discretamente en un cruce de caminos, en el barrio de Xuvia, en un punto estratégico de la desembocadura del río que le da nombre, el molino cuenta con tres inmuebles. Donde estaba el antiguo almacén, se encuentra la recepción y la zona de mantenimiento. A este edificio se suman dos más, la antigua casa habitación (con la sala introductoria, la sala Lestache y la sala polivalente) y finalmente, los antiguos molinos, donde está la sala con los cuatro molinos, que funcionan tal cual lo hacían en el siglo XVIII, la sala Bucau y la sala de Cultura Industrial.

Con la segunda parte del proyecto, que consistirá en musealizar el edificio para convertirlo en el Centro de Interpretación de Muíños Industriais, se invertirán cerca de 240.000 euros, que serán aportados por el Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional (Feder), en el marco de la Edusi, y por el Concello. La idea, según explicó la alcaldesa, Marián Ferreiro, es además de musealizar el inmueble, emplear varias de las salas del mismo, todas ellas diáfanas y con total accesibilidad, para acoger actividades culturales, sociales y educativas, no solo del Concello, sino también de la asociación de vecinos del barrio. Un centro dinámico en todos los sentidos. 

Un momento del inicio de la obra hace un año
Un momento del inicio de la obra hace un año

La sala de los molinos conserva las estructuras industriales que trabajaban noche y día en la obtención de distintos tipos de harinas «que logo chegaban ás mellores panadarías e pastelarías de Ferrol, algunhas propiedade do propio empresario Lestache». El nivel inferior llamado de «infernos» permanece a la vista del visitante «grazas a un chan transparente sobre o que se pode transitar». Un suelo transparente que se mantiene en varias estancias del complejo. Tampoco falta, «como en todo bo muíño», dice Ferreiro, una ratonera al lado de las moliendas.

Además de las salas que se dotarán de contenido expositivo, el molino cuenta con otras zonas comunes de atractivo arquitectónico, como el patio distribuidor, la pasarela exterior, el pasillo o un mirador sobre el río Xuvia.

Un trabajo de rehabilitación minucioso que ha permitido dotar al complejo ruinoso de un aspecto renovado y moderno, al tiempo que se ha conservado la estructura patrimonial del mismo. «É un orgullo e, ao mesmo tempo, unha gran satisfacción ver o resultado deste traballo, un dos máis importantes a nivel patrimonial realizado non vou dicir neste mandato, senón na historia do concello», concluye la alcaldesa.