Vecinos afectados por las inundaciones en Ferrolterra: «Va a volver a pasar»

A. F. C. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Un muro se vino abajo en el lugar de Fontemelendre, en Campolongo (Pontedeume), e invade la vía
Un muro se vino abajo en el lugar de Fontemelendre, en Campolongo (Pontedeume), e invade la vía José Pardo

Reclaman medidas por parte de los concellos para evitar desperfectos en casas y fincas, mientras siguen llegando avisos por árboles caídos o desprendimientos

26 dic 2022 . Actualizado a las 08:08 h.

Los efectos de las inundaciones de los dos últimos días aún se perciben en viviendas, fincas y viales de la comarca. «Hoy sí que podemos decir que son buenos días», comentaba esta mañana Begoña López Freire, vecina de la calle Zorrilla, en Freixeiro (Narón). Ella y su familia estuvieron achicando agua desde las cinco y media de la tarde del viernes hasta las tres de la tarde de ayer, con un breve descanso por la noche. Su casa se inundó debido a la crecida del río Freixeiro. No era la primera vez, pero sí la más complicada en años.

«A las tres de la tarde del sábado bajó el nivel, pero ya no limpiamos por si volvía a subir. Y a las diez nos fuimos a descansar. Así pasamos la Nochebuena», cuenta. De vez en cuando comprobaban si tenían que volver a echar mano de las escobas para barrer el agua, tarea nada sencilla. Hoy el sol parece que mitiga las consecuencias, pero la puerta principal, de madera, «está hinchada y no cierra», igual que los marcos. «Por lo demás... ya tenemos experiencia y lo vamos salvando, la cocina es nueva pero ya lo hemos hecho todo más alto por si volvía a pasar», relata.

La humedad persiste —«sale agua del terrazo»— y tardará días en desaparecer. «Va a volver a pasar, seguramente —vaticina—, no sé qué tiene pensado hacer el Ayuntamiento [de Narón]». Antonio Javier Yáñez, vecino de Brión, en Ferrol, también se pregunta por el papel del Concello. «Quiero denunciar una inundación de mi domicilio y mi finca, que se produce casi cada año cuando llegan fuertes lluvias. Tenemos un lavadero antiguo, en desuso, fuentes en desuso, maleza que el Ayuntamiento limpia una o dos veces al año, unas tuberías de desagüe insuficientes cuando hay lluvias tan fuertes y persistentes», explica.

Yáñez tampoco está contento con el papel de la asociación de vecinos —«ni está ni se la espera»— y reclama medidas para evitar que se repita. Las precipitaciones de los últimos días causaron desperfectos en una bodega, el garaje y el pasillo de su vivienda. Asegura que en el garaje y en la bodega el agua alcanzó los 60 centímetros de altura. Y lanza un reto sin demasiadas esperanzas: «A ver si los políticos se ponen las pilas y se dejan de tanta foto, de tanto quitar plazas de aparcamiento, y salen a ver y a escuchar los problemas de la ciudadanía... aunque creo que será una quimera».

Los damnificados por las inundaciones de estos días y personal de los servicios de emergencias que han tenido que intervenir reconocen que las lluvias han sido intensas y persistentes —en la estación meteorológica de Aldea Nova, en Narón, el viernes se registraron 88,1 litros por metro cuadrado y el sábado, 77,4—, pero apuntan a la falta de mantenimiento de los sumideros, donde se acumula materia orgánica y otro tipo de residuos, como uno de los motivos principales de las inundaciones en áreas urbanas. Una de las asignaturas pendientes de la mayoría de los concellos es completar la red separativa de aguas pluviales y residuales, para evitar la saturación de las canalizaciones, que acaba derivando en calles y plazas anegadas, como constatan quienes han tenido que calzarse las botas de goma estos días.

Una de las zonas más perjudicadas por las precipitaciones ha sido el paseo de A Madalena, en Cabanas, con al menos siete viviendas y fincas anegadas. Los Bomberos del Eume colaboraron en los trabajos de achique del agua y hoy se han trasladado a Campolongo, en Pontedeume, donde se ha venido abajo un muro, en el lugar de Fonte Melendre, que invade una pista.