La última batalla de Pillado

Francisco Varela TRIBUNA

FERROL CIUDAD

11 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo 20 se verá en los tribunales de Ferrol el juicio de Rafael Pillado contra Navantia por el mesotelioma que sufre como consecuencia de su exposición al amianto durante sus años como obrero de Bazán. El mesotelioma es la peor consecuencia que le puede tocar a un trabajador afectado por el asbesto. Con 80 años, libra su última batalla.

Hace dos décadas, un día me encontraba en tareas de periodista de tribunales en los juzgados de Ferrol cuando observé en la lista de vistas del día, en la jurisdicción social, creo que el primer caso de afectado por el amianto. En principio pasaba desapercibido para mí, pero Rafael Pillado me hizo saber que el asunto del asbesto en los astilleros de la ría iba a ser una bomba. Le expliqué que necesitaba datos contrastados y fuentes solventes. En definitiva, material para mostrárselo al director de La Voz de Galicia y luego a la opinión pública. Unos días después localicé a Ángel Cárcova que se puso a mi disposición. Era miembro entonces de la OIT y especialista en la materia. Eso sí, me adelantó sus dudas sobre que pudiera publicar algo, porque, decía, el poder del grupo financiero español que se beneficiaba de la importación de amianto de Canadá tenía tentáculos muy largos. Quizá esa era la clave del silencio en el que se mantuvo el problema en España durante decenios, mientras en el mundo desarrollado se hablaba del asunto desde los años 70. Sin embargo, en Ferrol conseguimos romper ese silencio. Asesorado también por mi amigo y médico Carlos Piñeiro comenzamos en este periódico a informar del problema. Por medio del grupo Voz montamos una mesa redonda en el hotel Almirante seguida por centenares de trabajadores de los astilleros que fue, realmente, el gran aldabonazo.

Rafael estaba allí y su sonrisa reflejaba el pulso que mantenía con algunos sindicalistas poderosos que le (nos) hacían contracampaña. Me llegaban emisarios con misivas como «por qué haces caso si es otra de Pillado, que no cogió una herramienta en su vida». Sorprendentemente se sumaban periodistas de otros medios a la faena de descrédito. Ahora, dramáticamente, los hechos demuestran todo lo contrario.

No se podrá decir que Rafael fume, beba o no se cuida porque de los cuadros dirigentes antifranquistas de Ferrol siempre fue el más espartano y deportista. Su mesotelioma, creo que no tiene duda, es consecuencia de su trabajo como metalúrgico. Recuerdo que durante la dictadura, la policía política montaba a diario bulos e insidias para desacreditarle y luego en democracia le seguían lloviendo falacias de algunos que decían ser sus compañeros.

Cierto que el pintoresquismo llegó al punto de que la empresa que más ingresos tuvo en España con la venta de fibrocemento, fabricado con esta mortífera fibra, patrocinó unas jornadas sobre las consecuencias del amianto organizadas por un sindicato en Ferrol.

Uno puede estar o no de acuerdo con Rafael en sus criterios ideológicos, pero nadie debe poner en duda su inquebrantable honestidad, indesmayable ante las adversidades. Por fortuna y no sin tiempo, el amianto ya está prohibido en España, que fue uno de los últimos países europeos en decretarlo (¿los tentáculos que decía Cárcova?) Pero millones de toneladas quedan instalados en tejados, conducciones de calor, viviendas, y no se ven muchas ganas de meterle mano en forma. La OIT estima que en el mundo se dan 666.000 muertes anuales por cáncer de origen laboral.

En Europa se calcula que se producen 102.500 muertes año de las que 88.000 se deben a la inhalación de fibras de amianto. En el 2002 calculábamos que los afectados de Ferrol podrían ser 700 u 800 y temíamos exagerar porque los registros de empresas y enfermos, competencia autonómica, si existían estaban literalmente vacíos. A los pocos años se hablaba ya de 4.000 y en la actualidad, Agavida calcula que pueden alcanzar los 16.000 en los diferentes grados de afectación desde fibras en el sistema respiratorio al demoledor mesotelioma. No queda otra que estar al lado de Pillado en su última batalla.