La poesía de Julia Uceda

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro DÍAS DE AGOSTO

FERROL CIUDAD

ÁNGEL MANSO

18 ago 2022 . Actualizado a las 23:29 h.

Es muy hermoso que Julia Uceda, Premio Nacional de Poesía, vaya a recibir, en el Jofre —en el teatro que la ciudad soñó durante largo tiempo, un teatro que a su vez soñó a la ciudad entera—, la Medalla de Plata de Ferrol. Pero, además de algo muy hermoso, ese reconocimiento es, sobre todo, un acto de justicia. Porque hace muchos años que Galicia (un país hecho, en buena medida, de memoria y de leyendas, de saudade y de esperanza, de sueños y de versos...) está en deuda con Julia. La autora En el viento, hacia el mar, que nació en Sevilla pero que, tras vivir y enseñar literatura en Irlanda y en los Estados Unidos, decidió quedarse a vivir y a escribir en Ferrol, es una de las más grandes voces de la literatura en lengua castellana. Una voz fundamental, determinante y reveladora, además de necesaria. Y eterna candidata al Premio Cervantes, galardón que tanto merece y que, no sé por qué, no se le ha concedido aún. El prestigio del que goza la escritura de Julia Uceda a ambos lados del Atlántico está fuera de toda duda, y engrandece sin parar a la cultura hispana. Ni que decir tiene que la admiro mucho, pero me gustaría subrayar que esa admiración no solo rinde tributo a su poesía, siempre deslumbrante, sino también a su generosidad, que es infinita, y a su extraordinaria inteligencia, que ilumina las horas de todos cuantos tenemos la suerte de conocerla y de haber compartido largas conversaciones con ella. Si cierro los ojos, en este preciso instante viene a mi memoria un viaje que hicimos a Santander para formar parte del jurado del Premio Nacional de la Crítica. Todas las cosas, cuando Julia las nombraba (las montañas, las nubes, los ríos...), se llenaban de vida a su paso.