Tras un período formativo en Madrid, Cobelo logró embarcarse en una aventura profesional en Buenos Aires, ciudad en la que residió todo el pasado año. Esta experiencia decantó «el debate interno» que el ferrolano tenía sobre el rumbo que debía tomar y, actualmente, se encuentra trabajando en México como consultor estratégico de Oppino, una consultora con sede en Madrid y presencia global.
Morriña permanente
Además, el ferrolano había pasado anteriormente dos años en Países Bajos y confiesa que fue precisamente «ese día a día rodeado de personas de diferentes culturas» el que le impulsó a labrarse un futuro en el ámbito internacional.
Confiesa que, a pesar de estar viviendo una experiencia muy enriquecedora, «como buen gallego siempre llevo esa morriña interna que me impulsa a volver». Todavía no se plantea el futuro a largo plazo, aunque sí viajará a Ferrol para ver a su familia y poder reunirse con sus «nachos y nachas» y disfrutar del ambiente del Nachiños Fest, evento musical que el propio Alejandro impulsó, junto a su primo, Jorge, y su amigo, Fernando Amador.