B. A.
José Luis Porca es uno de los internos del CAMF que demuestra el trabajo que se realiza en el centro: «Cuando llegué al centro no podía ni dar un paso, estaba encamado, llevaba pañal, no podía moverme y ahora tengo otra vida, hasta puedo caminar unos pasos», dice y lo demuestra incorporándose en su silla. Cuenta que por su habitación también pasó en muchas ocasiones el director para el que reclaman la admisión.
Por eso, este vecino de Vilarmaior aplaudió el comunicado que leyó otra interna, Maite, y en el que aseguró que la destitución se debe a la falta de medios que trató de remediar: «Fernando, sin ti quedamos huérfanos, para ti como persona y como trabajador en el centro solamente tenemos buenas palabras. Has luchado cada día por nosotros, siempre disponible, siempre cercano, siempre atento a cada una de nuestras necesidades».