Un baño calentito

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri EL ACUARIO

FERROL CIUDAD

02 ago 2022 . Actualizado a las 23:54 h.

La imagen de varias playas de la zona este fin de semana era realmente poco habitual en el verano gallego. En los arenales no cabía ni un alfiler, hasta ahí todo normal. Pero es que dentro del agua, tampoco. Y eso sí que es una estampa más insólita, ya que el agua suele estar fresquita por estos lares, y los baños suelen ser de entrar, meterse y salir corriendo.

Pero las olas de calor, —no tan intenso como en el resto de la península, pero que a los gallegos ya nos aprieta bastante—, están caldeando las aguas de las playas de interior. Aquellas que no se ven afectadas por el fenómeno del afloramiento marino, muy habitual en la fachada atlántica y en las playas de mar abierto. Este se da cuando soplan los vientos del norte y las aguas superficiales son retiradas hacia el exterior para que emerjan las más profundas, que a la vez son más frías.

Eso provoca que darse un baño en Doniños, en Ferrol, o en A Frouxeira, en Valdoviño, sea bastante más refrescante que en A Magdalena, en Cabanas, o en Seselle, en Ares. La primera estaba ayer a 22 grados, lo que hacía que más de uno no saliese a la toalla ni un minuto, teniendo en cuenta que fuera se superaban los 28 grados. Ares también contó con una temperatura muy agradable en sus aguas, rozando los 20. Estos arenales, de interior, no se ven tan afectados por las corrientes y sus aguas están más estancas, por lo que las altas temperaturas las acaban caldeando. Desde luego una estampa insólita más propia de las playas del Mediterráneo que de aquí.