Arrancan los trabajos para renovar el Concello de Ferrol y eliminar sus buhardillas

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Las obras deberán estar concluidas en octubre y costarán 562.000 euros

01 ago 2022 . Actualizado a las 22:53 h.

Al pie de la escalinata, el selfi de una pareja de turistas inmortalizaba a sus espaldas la majestuosidad del principal edificio institucional de Ferrol. Les recordaba a la Casa de Correos de la madrileña Puerta del Sol, con sus detalles en rojo y una apariencia que ha iniciado la cuenta atrás para su mutación. A visitantes y vecinos les queda poco para guardar en sus cámaras y retinas el Concello tal y como es hoy. Andamios apilados a la espera de ser montados y un lateral acordonado con vallas y cintas anunciaban ayer a primera hora el inicio físico de las obras que mudarán la estética y seguridad del inmueble, que cambiará de color la fachada y prescindirá de la alineación de buhardillas que lo corona.

Los trabajos arrancarán, mirando desde la plaza de Armas, por el ala derecha del palacio municipal, donde se aloja la alcaldía y el salón de plenos. Y la intervención rehabilitará íntegramente el exterior del edificio: desde sus muros hasta la cubierta. Láminas de zinc desalojarán las tejas de la cima del inmueble. Y se demolerán las buhardillas, una supresión polémica que ha despertado controversia en la ciudad desde que se conoció la intención de eliminarlas. No será lo único de lo que se prescindirá: se derribarán también los pináculos de la torre del reloj, en mal estado y con el objetivo de garantizar la seguridad. Y la otra gran novedad será el cambio cromático del inmueble, que desterrará las zonas rojizas de la fachada para otorgarle al conjunto una apariencia más sobria e institucional, y «aligerar» el conjunto. Para ello, se empleará el gris: claro en los paños predominantes del fondo y en un tono un poco más intenso para resaltar los elementos decorativos que hoy lucen en color teja.

Tres meses de intervención

El resultado podrá comprobarse, teóricamente, en la primera quincena de octubre. Aunque los primeros movimientos visibles se efectuaron ayer, el acta de replanteo, el documento administrativo que marca el inicio oficial de la obras, se firmó el pasado 8 de julio. Y a partir de esa fecha, comienzan a correr los tres meses de plazo de ejecución. Los trabajos se adjudicaron por 562.650 euros, y se financian dentro del POS+Adicional de la Diputación Provincial del 2019.

Aunque el cambio estético será lo más llamativo, la intervención responde a distinto objetivo. El deterioro de las zonas bajo cubierta amenazaban la integridad de partes del inmueble. El ático se encuentra apuntalado y diversas estancias se encuentran impracticables, mientras la humedad y las filtraciones amenazan en otras la conservación de documentos del almacén del archivo municipal, alojado en la parte superior del inmueble.

Los andamios recubrirán de forma inminente el exterior del edificio, pero la actividad se mantendrá sin apenas cambios, según las previsiones municipales, en el interior. Será necesario retirar las carpetas, archivadores y estanterías que sostienen parte de los fondos municipales y entre los que se encuentran documentos de gran valor desde el siglo XVII, las primeras actas municipales, los primeros padrones de población o los proyectos de todas las casas construidas en Ferrol, necesarios para cualquier rehabilitación.

La polémica persigue a la casa consistorial desde hace tiempo. Proyectado por los arquitectos Nemesio Rodríguez López y Vicente García Lastra en 1947, existe un anteproyecto que lo contemplaba sin buhardillas y que el gobierno local esgrime para defender la actuación actual. Fue inaugurado en 1953 por Franco, y se consideró un exponente de la arquitectura neoimperial y de estilo neoclasicista de la época.

Arquitectos locales lo censuran por romper la cuadrícula ferrolana y la simetría de la plaza de Armas respecto a la de Amboage. El escritor Gonzalo Torrente Ballester lo llegó a tachar de «apoteosis de los pirulitos» y «monstruo de cemento», considerándolo uno de los edificios más «horroroso» del mundo.