En la época estival aumenta el público de diferentes escuelas vinculadas al mar
31 jul 2022 . Actualizado a las 04:14 h.Si por algo es conocida Ferrolterra es por la belleza de sus costas bañadas por el Atlántico, lugar impecable por sus afamadas playas, con una espectacular gastronomía marítima y con una vida enlazada con una eterna relación de amor y pasión por el mar.
Desde que tiene uso de razón, Marcos Manso siente devoción por la vida marítima, en parte gracias a su padre, buzo de combate retirado de la Armada. Con su apoyo, desde el año 2008, está a cargo de la escuela de actividades marítimas El Galeón, un centro multidisciplinar que abarca tanto la navegación como las actividades subacuáticas.
Auge del buceo
El submarinismo cada vez va a más. Un deporte aún minoritario pero que tiene una demanda en continuo crecimiento. «El buceo es un deporte súper seguro donde hay una organización, una programación y un desarrollo. Existen unos pasos que están estandarizados. Todo está medido y estudiado», subraya Marcos Manso.
Para la gente principiante que tenga en mente comenzar en el mundo del buceo, existen los denominados bautismos, una toma de contacto previa a comenzar el curso. «Es lo que hacemos con la gente que quiere realizar el curso. Primero un bautizo para dar a conocer el buceo y si realmente te enamora, vamos hacia adelante. Esto nos permite llegar a más gente y es lo más recomendable para aquellas personas que se quieren iniciar en esto», destaca.
Una de las bondades del buceo es la capacidad de relajación y desconexión que ofrece. Esto es algo que muchos de los clientes buscan para liberarse del estrés del día a día, un paréntesis en sus vidas cotidianas. «La gente lo está usando mucho para liberarse del estrés diario y olvidarse de su carga de trabajo. Se refugian sus 45 minutos bajo el agua, desconectan de todo y cuando salen, ves caras de auténtica felicidad», comenta. A mayores en El Galeón, cuentan con la oferta de poder hacerse con la licencia de navegación básica como son las motos acuáticas y embarcaciones de hasta seis metros de eslora que se saca en seis horas. También es posible sacar el PNB, PER, de patrón y capitán de yate.
Windsurf ferrolano
Y no tienen que irse muy lejos aquellos que busquen un oasis de libertad surfeando la ría de Ferrol con la modalidad acuática de windsurf, que rinde honores al viento deslizándose sobre el mar.
En el barrio de Caranza, a pie de playa, se sitúa el Club de Windsurf Ferrolvento, con un total de cien socios. Allí Carlos Gómez, que fue galardonado en la gala del deporte ferrolano por su trayectoria en 2019, es uno de sus principales motores. «Nos dedicamos a dar clases de iniciación al público en general. Luego también los socios pueden estibar el material y venir aquí a navegar», apunta. Lo primordial de la escuela es que cada vez más gente se enamore del windsurf en base a unas nociones básicas. «La seguridad y el respeto al mar es importantísimo para nosotros. Lo demás, es puro disfrute», añade. Por tan solo 25 euros, la escuela ofrece un bautismo de dos horas de iniciación, y todos los que quieran ir un paso más allá, tienen la opción de hacer un curso de diez horas por un precio de 95 euros.