Vieira furtiva «a un euro» mientras el sector aguarda a que baje la toxina

Si un producto abunda ahora en la ría de Ferrol, ese es la vieira. Por número y tamaño. Pero no se puede ni tocar para su comercialización debido al nivel actual de toxina. De hecho, las cofradías locales tendrán que esperar al menos hasta el final del verano para solicitar una nueva campaña, siempre que las analíticas lo permitan. Entretanto, la actividad furtiva no cesa, y prueba de ello son las detenciones practicadas el mes pasado por delitos contra la protección de la flora y la fauna y falsedad documental, entre otros, en el marco de la operación Salitre, desarrollada en la zona de Ferrolterra. Con todo, los furtivos encuentran en el parón profesional de la vieira una abundancia de producto que llegan a ofrecer sin tapujos a compradores particulares «en las terrazas de los bares», según testimonios recogidos por La Voz. Una de esas quejas partió de una vecina de Caranza, tras presenciar cómo «personas conocidas» trataban de vender recientemente «a un euro la unidad» no solo en el mencionado barrio ferrolano, sino también en otros puntos de la zona, como A Gándara, en Narón.

«Dinero fácil»

«Sabemos que hay furtivos, pero no podemos hacer nada». Son palabras de uno de los profesionales de la cofradía de Ferrol que, como sus compañeros de las rulas de Barallobre (Fene) y Mugardos, no podrá extraer vieira en los próximos meses. «Hay gente que va al dinero fácil», lamenta. Pero no se trata solo de una cuestión económica, porque «los índices de toxina amnésica son altos, y lo que se está haciendo es un problema de salud pública muy grande», alertan desde el pósito fenés. «Todo aquel que consuma esa vieira puede tener problemas y llegar ya no solo a una intoxicación, que desde luego, sino a poner en riesgo su vida». «Lo barato —recalcan— puede salir muy caro».

¿Cómo la extraen?

En las últimas campañas llevadas a cabo en la ría de Ferrol, la Xunta de Galicia autorizó a una docena de embarcaciones locales con sus respectivas tripulaciones, con un tope de 3.000 kilos al día. «A pie, desde luego, la vieira no se puede coger», subraya uno de los profesionales, por lo que, en su mayoría, los furtivos se valen de equipos de buceo para llegar al bivalvo. ¿Y quién vigila que esto no ocurra? Principalmente los guardapescas y los guardacostas, «pero algo está fallando y tenemos un problema muy grave porque la gente ya no tiene miedo siquiera a ir vendiendo por las terrazas», señala el mariscador.

Los pasos para autorizar la campaña de extracción

Para que el Intecmar (Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia) levante el cierre a la extracción de vieira con destino a evisceración, los controles analíticos deben constatar niveles por presencia de toxina amnésica (ASP) inferiores a los legalmente establecidos. Una vez obtenidos resultados óptimos, la Consellería do Mar podría ya autorizar a la extracción de vieira en la ría local, pero siempre que reciba la solicitud de una empresa evisceradora —previo acuerdo entre la empresa y las cofradías correspondientes— en el que se establezcan las cantidades, días y zonas de extracción así como las embarcaciones participantes, entre otros aspectos técnicos. Una vez comprobado que se cumplen todos los requisitos, tanto sanitarios como biológicos de conservación de la especie, se podría aprobar la solicitud de abrir una campaña.

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