«Mi padre fue el primer director de la Pysbe, vivíamos en la fábrica felices»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Blanca Iñarra, rodeada de sus padres Manuel y Juanita Armentia
Blanca Iñarra, rodeada de sus padres Manuel y Juanita Armentia ARCHIVO

Blanca Iñarra Armentia recuerda los 20 primeros años de una factoría que marcó muchas vidas en Ferrol

26 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1945 el navarro Manuel Iñarra Ruiz, el primer director de la factoría Pysbe, salió del País Vasco conduciendo el coche familiar, en el que no cabía ni un alfiler: «Además de mi padre íbamos mis hermanos Juan Manuel y Paco, mi madre Juanita, una chica que nos cuidaba, yo y nuestro perro, nunca olvidaré cuando pasamos por Piedrafita», así recuerda Blanca Iñarra Armentia el principio de una etapa feliz para ella y para su familia en el muelle de Ferrol, porque vivían en la propia factoría, donde su padre fue el jefe hasta que se murió, 20 años después. Y no solo eso, con el tiempo se convirtió en un referente para la ciudad, ya que fue presidente de Obras del Puerto, del club Portuarios y el fundador de la Orden Tercera, entre otras muchas iniciativas. «Mi padre fue el primer director de la Pysbe, vivíamos en la fábrica felices, a pesar de que entonces no había nada alrededor, ante mi ventana estaba el mar y al lado un campo con caballos o vacas pastando, era la libertad absoluta para una niña que venía de una ciudad como Vitoria», cuenta una mujer vivaz de 86 años en su casa de la calle Dolores, rodeada de sus hijos ferrolanos.

«Mis padres eran muy queridos en Ferrol y ellos lo agradecían mucho, recuerdo que cada tarde mi padre jugaba la partida en el Bonilla con empleados o compañeros y a mi madre le preocupaban las condiciones de las trabajadoras, siempre mojadas, con heridas o espinas clavadas en las manos, ella decía que en el País Vasco las jóvenes no hacían labores tan rudas, porque el trabajo de las mujeres pysbianas era muy duro. Por eso, cuando podía mi madre las llamaba para que trabajasen en casa, donde siempre se ha cocinado bacalao», cuenta en una vivienda de Rodolfo Ucha, donde conserva decenas de fotos de la época en la que la Pysbe era un referente nacional. De hecho, del archivo de la familia se nutre buena parte de la exposición que, junto a otras actividades, el Puerto organiza en su sala de muestras.

Blanca Iñarra, en el muelle
Blanca Iñarra, en el muelle ARCHIVO

Primer carné de conducir

Hay imágenes que demuestran lo intrépida que era Blanca. Junto a Paloma Antón fueron las primeras mujeres en tener el carné de conducir en la ciudad: «Con 16 años, mentí para poder examinarme, yo había aprendido a conducir en los camiones de la Pysbe, así que también me dieron el carné de camión». Otra de sus pasiones era el mar, navegar en un bote que todavía existe: el Alito y en el que su querido hermano Paco ganaba las regatas de la Parrocheira. «Mis dos hermanos eran muy queridos en el muelle: Paco se murió de un cáncer fulminante a punto de terminar la carrera de Medicina y Juan Manuel fue marino mercante, estuvo embarcado en los buques de la Pysbe, y después fue marino de guerra, hace unos años que murió», recuerda con un cariño infinito a sus compañeros de aventuras en las montañas de sal y de madera de la factoría.

Manuel Iñarra Ruiz, director de la Pysbe del 1943 a 1959. Aunque lo nombraron antes no llegó a Ferrol hasta el 1945 por el retraso en las obras de construcción de la factoría.
Manuel Iñarra Ruiz, director de la Pysbe del 1943 a 1959. Aunque lo nombraron antes no llegó a Ferrol hasta el 1945 por el retraso en las obras de construcción de la factoría. ARCHIVO

Manuel Iñarra Ruiz, director de la Pysbe del 1943 a 1959. Aunque lo nombraron antes no llegó a Ferrol hasta el 1945 por el retraso en las obras de construcción de la factoría.

«Éramos libres en la fábrica, que era un sitio muy bonito: jugábamos, hacíamos casetas con la madera y recuerdo que cogía el tranvía en marcha, a la carrera para venir al colegio a la Compañía de María, una vez hasta alertaron de eso a mi padre», rememora entre risas. En los recuerdos Blanca salen muchas trabajadoras «pysbianas», como las llama: el de una mujer que tenía mano con las recetas de bacalao y que aún vive con 102 años o el de Nina, que de la fábrica pasó a cuidar a los niños de la familia.

Gelines Rivera y Blanca Iñarra en una cena de las mujeres de la Pysbe
Gelines Rivera y Blanca Iñarra en una cena de las mujeres de la Pysbe ARCHIVO

Tampoco se olvida de otras obreras, como las que contrataban en la firma Cenamor para trasegar con carbón. «Eran tiempos difíciles para las mujeres, en la Pysbe había una enfermería para poder atenderlas cuando estaban heridas, pero su labor era tan trabajosa... Y solo tenían empleo cuando llegaban alguno de los 16 barcos, todos bautizados con nombres de vientos», insiste Blanca, que entre sus fotos familiares guarda la de una cena de mujeres de la Pysbe, sentada, feliz, al lado de Gelines Rivera, la mujer que protagonizó la primera protesta en la factoría y tuvo que exiliarse en París.