
El Concello de Ferrol envió diez años la orden de derribo a una firma que ya no era propietaria
13 jun 2022 . Actualizado a las 10:04 h.Los vecinos de San Xoán urgen al Concello de Ferrol el derribo de una casa en ruinas situada enfrente del templo parroquial. Llevan años insistiendo en la necesidad de que se tomen medidas con ese inmueble, más allá del tapiado de ventanas y puertas que se acometió hace algún tiempo a raíz de un incendio que se atribuyó a los okupas que se habían instalado en el mismo.
«Esta ruina frente a la iglesia es un peligro, porque aquí se junta mucha gente y cualquier día hay una desgracia», apuntan los vecinos, añadiendo que los actos que se celebran en el templo, como las bodas, los funerales y la catequesis, congregan a muchas personas en la zona. Y es que el estado del inmueble es realmente preocupante, porque el tejado se desplomó pero quedan pendiendo sobre la calle las cornisas y aleros. El propio departamento de Urbanismo del Concello de Ferrol así lo reconoce en el expediente de declaración de ruina que se inició hace casi una década. De hecho, en enero del 2013 ya se había incoado un expediente ordenando a la propiedad que presentase un proyecto técnico y solicitase licencia municipal para la ejecución de una nueva cubierta y de los canalones y bajantes de pluviales, así como el pintado de las fachadas. Tras el incumplimiento de lo ordenado se dictaron cinco decretos de imposición de multas coercitivas.
En noviembre del 2018, el presidente de la asociación de vecinos de San Xoán-Bertón, Andrés Medín, presentó un escrito en el registro del Concello comunicando que, tras un incendio, estaba a punto de derribarse el piso de madera, con el consiguiente peligro para los viandantes. Tras una inspección del edificio en cuestión, se realizó un informe en el que se recogía que el inmueble data de 1930 y está incluido dentro del conjunto catalogado de la plaza de la iglesia de San Xoán con una protección no integral. «A edificación presenta une esgotamento das condicións de elasticidade e resistencia dos materiais e dos elementos estructurais que poñen en risco a seguridade do propio edificio, dos moradores e viandantes e dos edificios lindantes e vehículos». Así lo advertía ya entonces un informe de Urbanismo, por lo que se ordenó a la propiedad la demolición o rehabilitación integral del mismo, pero la orden tampoco fue atendida, y en septiembre del 2019 se declaró la ruina técnica del inmueble.
Inmuebles embargados
Las siguientes comunicaciones de derribo y las multas coercitivas por incumplirla se siguieron remitiendo a la familia de la desaparecida empresa Maderas Fernández, a la que pertenecía el inmueble en cuestión junto otros cinco existente en la misma zona, que fueron embargados en su totalidad por Abanca. Y eso a pesar de que en septiembre del 2019 la asociación de vecinos comunicó al Concello que el dueño actual del edifico en ruinas era el fondo Prosil Acquisition, pero, según la respuesta municipal a dicho escrito, en el Registro de la Propiedad no constaba ningún cambio en la titularidad del inmueble. De ahí que las siguientes resoluciones siguiesen siendo enviadas a los antiguos propietarios, incluida la última, que tiene fecha del pasado 4 de abril. En ella se ordena la ejecución forzosa mediante la imposición de una nueva multa de mil euros, con la advertencia de que, de seguir incumpliendo, las sanciones pueden llegar a los 10.000 euros, reiterables trimestralmente, «sen perxuizo de acordar a execución subsidiaria polo Concello». Y en esa situación está el procedimiento. El gobierno local indica que se está trabajando para resolver este problema y los vecinos esperan que la demolición se ejecute lo antes posible.
Los vecinos piden al ayuntamiento que construya un local social en la parcela
Además de insistir de forma reiterada en la urgencia de eliminar el peligro del edificio ruinoso, la asociación de vecinos San Xoán-Bertón ha estado realizando gestiones por su cuenta sobre el mismo. Según el presidente de la entidad, Andrés Medín, en un reciente contacto con responsables de Prosil Acquisition, el fondo que gestiona ahora esa propiedad, el precio de venta del citado solar y las otras cinco construcciones, también deshabitadas, que le fueron embargadas a Maderas Fernández en ese mismo entorno, está en 200.000 euros, 100.000 menos de lo que con anterioridad les pedía Abanca, siempre y cuando se destine a fines sociales.
Medín considera que se trata de una buena oportunidad para que el Concello de Ferrol adquiera esos cerca de 2.000 metros cuadrados de terreno, con el fin de construir el nuevo local social que vienen demandando desde hace años, porque el que tienen en la actualidad se les ha quedado pequeño para todas las actividades que organizan. Y recuerda que el Partido Popular ya les había presentado en la pasada campaña de las municipales un diseño del edificio que proponían para ese conjunto de parcelas.
No obstante, desde el actual gobierno socialista se apunta que, a propuesta de los vecinos, lo que se está analizando en la actualidad es la viabilidad de que otra parcela próxima, propiedad de la Xunta de Galicia, se pudiese adaptar para albergar dos construcciones: el también demandado centro de salud en San Xoán, y el nuevo local social. Se indica, asimismo, que la administración autonómica cuenta también con varias parcelas más en esa misma zona.