Rafael Suárez: «Queremos que Exponav sea referente en la investigación de la historia naval»

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Lleva cinco meses al cargo de una fundación con la que colabora desde hace años

12 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Rafael Suárez ocupa el despacho de la gerencia de Exponav desde hace cinco meses. «Realmente nos intercambiamos los puestos, porque el anterior gerente, José María Cardona, hace ahora lo que yo antes», cuenta sobre un predecesor con el que tiene tan buena sintonía que fue su mentor para la gerencia de la fundación. Rafael, que ha dirigido Navantia en Ferrol, reconoce que la nueva responsabilidad pesa. «Veo las cosas diferentes ahora, aunque llevaba mucho tiempo colaborando, no es lo mismo, pero es un reto bonito, porque soy ingeniero naval, pero siempre quise estudiar historia», dice sobre dos mundos que une en un museo al que quiere añadir otro más: el de la investigación.

«Uno de los objetivos que me marco es que el de Ferrol sea el archivo de los buques de guerra y mercantes, queremos que Exponav sea referente en la investigación de la historia naval y para ello hay que fomentar el uso del archivo y la biblioteca, sé que es un objetivo ambicioso y a largo plazo», cuenta horas después de la inauguración de una nueva sala. Rafael pone el énfasis en todo el trabajo que hay detrás de cada ampliación, para esta última muchas personas han buscado piezas, las han rehabilitado y las han organizado durante casi tres años. Gracias a ello, Exponav cuenta la historia de una época de la construcción naval poco conocida y fundamental. «La maqueta de Tono Loureiro es la pieza central y ha llevado mucha labor, porque ha tenido que investigar mucho antes de construirla», asegura un coruñés que está empadronado en Ferrol, a donde se trasladó hace más de tres décadas.

Otro de sus grandes retos es seguir abriendo salas y reordenar por completo las más antiguas: «Vamos a terminar con los nuevos espacios expositivos con una zona dedicada a la electricidad y la electrónica en los buques, además poco a poco hay que ir redefiniendo la exposición permanente, darle unidad: primero empezaremos por la entrada, después el área de gálibos, la de propulsión y finalmente la dedicada a Astano», cuenta sobre un proceso que será muy delicado por la fragilidad de casi todas las piezas implicadas.

En los almacenes de Exponav todavía quedan tesoros que se podrán ver gracias a esta gran remodelación. Y no solo hay que sacarlos de su espacio, sino que en algunos casos necesitan una restauración y mantenimiento casi constantes. Esta es otra de las grandes ocupaciones del nuevo gerente, que reconoce que sufre cuando los visitantes se acercan demasiado a las piezas: «No en todos los museos se puede tocar; cuando la gente se acerca a elementos tan frágiles como el pecio de A Magdalena, lo paso fatal, es que no lo puedo ver... No se dan cuenta de que es un tesoro que hemos sacado del fondo del mar y al que vamos cuidando para que aguante, porque es madera antigua que acusa el paso del tiempo», explica un ingeniero que ha estudiado bien los planos de Exponav y justifica con datos probados la humedad que hay en las instalaciones. «Estamos a nivel del mar, en un terreno ganado al mar y tenemos dos pozos y un río que nos pasa por debajo, con todo esto las labores de cuidado de las piezas tienen que ser muy rigurosas». Demuestra que pasa muchas horas en un museo pensando cómo sacarle partido a todos los recursos: desde documentos codiciados para la historia naval, porque son de empresas como Tecnor o la Naviera Vizcaína, a elementos que le gustaría traer de otras zonas del mundo, como hicieron con la puerta de un dique de Filipinas: «El museo es algo vivo, tiene que seguir creciendo».