El cambio

José Varela FAÍSCAS

FERROL CIUDAD

05 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Me acordé de Juan, un leal amigo de la infancia y hombre cabal y ciudadano ejemplar donde los haya, cuando leí algo sobre Carlos Bremón. El cesto de cerezas que es la memoria engarzó a ambos en el mismo manojo porque asocio al nadador herculino con un concurso de RTVE de los años sesenta, de nombre con inequívocos ecos semánticos, La unión hace la fuerza. No sé si otro certamen televisivo engatusó ante el receptor a tantos ferrolanos. Un equipo de eminentes sabihondos de cada provincia se enfrentaba a variopintas preguntas y cuando erraba, entraba en liza un deportista que debía salvar cada fallo de los sabios bajando la marca de la prueba, en el caso de Bremón nadar más rápido. Si no lo lograba, turno para el equipo adversario. En el elenco coruñés figuraba un profesor de Matemáticas muy popular en Ferrol, de ahí el arrobo de la hinchada. En los boy scouts organizamos una competición similar y, en la patrulla Halcón, el deportista distinguido fue Juan, apasionado del ciclismo, que debería dar una vuelta a la manzana delimitada por las calles Magdalena, Arce, Iglesia y Méndez Núñez en un crono tasado. La bicicleta con la que Juan hacía largos recorridos por la comarca era de paseo, robusta y pesadota, pero eso no amilanaba la pugnacidad irreductible de mi compañero. Meses antes de la contienda le había acoplado al velocípedo un cambio de marchas con tres piñones, dos platos y unas palanquitas en la barra, una innovación que se generalizaba por entonces. Aquel ingenio optimizaba la potencia de la pedalada. Tan eufórico quedó mi gran amigo que cuando le preguntamos qué tal le iba, respondió sin dudar: «Con este cambio, la bici sube por las paredes».