Trabajadores y residentes del CAMF (Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física) de Ferrol califican de «insostible» la situación que atraviesa el centro debido a la falta de personal y al deterioro del edificio
13 may 2022 . Actualizado a las 14:42 h.Entre sonidos de trompetas y portando pancartas reivindicativas, trabajadores y residentes del CAMF (Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física) de Ferrol protagonizaron este jueves una concentración para denunciar que el «lamentable estado» de las instalaciones y la «precaria situación do cadro de personal» impiden garantizar un servicio de calidad a los 83 residentes con diversidad funcional que viven en el centro.
A las puertas de la institución, dependiente del Imserso, el presidente del comité de empresa, José María Pereira, explica que el centro atraviesa una «situación insostible» debido a un «déficit estructural de persoal». En este sentido, apunta que 23 de los 157 puestos de la plantilla se encuentran vacantes. Y añade que antes ese déficit de trabajadores se paliaba con contratos temporales por «circunstancias da producción», de menos de 15 días, pero ahora ya no es posible debido a la entrada en vigor de la nueva reforma laboral.
Los trabajadores denuncian que, en de vez buscar una alternativa a aquel sistema «precario» —cubriendo los puestos vacantes y ampliando incluso la plantilla—, la «única solución» que les ha dado el Imserso es un «cupo de 246 meses» para que se puedan hacer contratos de entre uno y seis meses con el objetivo de cubrir vacaciones y hacer frente a las necesidades del servicio, que son claramente «insuficientes» a ojos de Ana Prego, delegada del CC.OO. y oficial de actividades asistenciales en el centro. «No se dan cuenta de que no trabajamos con tornillos, sino con personas», apunta indignada.
Pero que no se cubran las plazas vacantes no solo provoca que la plantilla se encuentre «sobrecargada», dicen los trabajadores, sino que también redunda negativamente en la atención a los residentes.
Juan Manuel Rodríguez, uno de los más veteranos, denuncia que faltan enfermeras y cuidadoras y asegura que hace ya mucho tiempo que no se organizan salidas ni talleres ni otras actividades para los residentes. Fran Arbizu critica que solo cuentan con una logopeda. Y Bea Martínez y Tania Tirado se quejan del servicio de comidas y ponen también el acento en el estado de las instalaciones. «Todoe está muy viejo. Los equipos están obsoletos, algunas bañeras son muy pequeñas, muchas camas están estropeadas y la mitad de los ascensores no funcionan», advierte Bea, al tiempo que resalta que en treinta años no se ha llevado a cabo ninguna reforma profunda en el centro.
«Entregamos el 75 % de nuestra pensión para poder estar aquí y nos tienen abandonados. Nos sentimos frustrados», concluye Fran Arbizu, quien también aprovecha la ocasión para denunciar que los nuevos autobuses de Alsa solo tienen una plaza para personas con minusvalía frente a los de Tranvías, en los que había dos.
Inversiones previstas
En respuesta a estas reivindicaciones, el director del CAMF de Ferrol, Fernando López, asegura que «el Imserso y la función pública están haciendo un gran esfuerzo para actualizar todas las convocatorias de empleo público que se vieron retrasadas por la crisis económica y la pandemia» y apunta que, a partir de septiembre, la situación empezará a mejorar gracias a la resolución de parte de esos procesos y la cobertura de algunas de las plazas vacantes. Además, López avanza que para este año está previsto renovar parte del equipamiento del CAMF, así como el sistema contraincendios, el de detección de gas, el de llamadas de enfermería y la megafonía. Y para el 2023, la reforma de las cocinas y de un área sanitaria, así como la renovación de los ascensores.
El alcalde, Ángel Mato, recibirá hoy a los trabajadores del CAMF para escuchar sus reivindicaciones y hacérselas llegar al Imserso, que ahora depende del Ministero de Derechos Sociales y Agenda 2030.