La convocatoria de los sindicatos solo tuvo el respaldo de unas 600 personas
01 may 2022 . Actualizado a las 17:41 h.Algunos lo atribuyeron a la coincidencia con las celebraciones del Día de la Madre y otros a la gran animación registrada en los Maios de Canido, pero lo cierto es que las manifestaciones del Uno de Mayo casi pasaron desapercibidas en Ferrol. Entre la convocada de forma conjunta por CC.OO. y UGT y la de la CIG en solitario apenas sumaron 600 participantes, con una distribución entre ambas a partes iguales.
La de los sindicatos estatales partió del Inferniño a las 12 del mediodía y concluyó en la plaza de Armas, y la de los nacionalistas salió a la misma hora de las inmediaciones de su sede, en la avenida de Esteiro, para finalizar en la plaza de la Constitución.
Aparte del recorrido, la diferencia entre ambas vino de la mano de los mensajes finales, ya que mientras que CC.OO. y UGT defendieron la importancia de las políticas que está aplicando el Gobierno central y la necesidad de seguir avanzando en esa línea, desde la CIG se responsabilizó a esas mismas políticas de la situación de precariedad en la que viven muchas familias, con el beneplácito de los sindicatos estatales.
En la manifestación que partió del Inferniño tras una pancarta en la que podía leerse: «1º de Maio. Solucións. Subir salarios, cortar precios, máis igualdade» participaron responsables de los dos sindicatos convocantes, además del alcalde y secretario general del PSOE de Ferrol, Ángel Mato; la diputada Natividad González Laso y concejales socialistas de la zona. A su llegada Armas, Mónica Ferreira, afiliada de UGT, leyó el manifiesto, pero antes se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Víctor Rodríguez Rilo, delegado sindical de la central MAS en el comité de empresa de Navantia Ferrol, que falleció repentinamente el pasado viernes.
El mensaje de CC.OO. y UGT en el Día del Trabajo comenzó con una muestra de solidaridad hacia el pueblo de Ucrania y los ciudadanos rusos que no quieren la guerra. Se abordó, asimismo, el tema de la subida de la electricidad y los precios en general, descartando que sea a consecuencia de la subida de los salarios, y se planteó la necesidad de seguir defendiendo la negociación colectiva. Mónica Ferreira destacó, asimismo, los avances conseguidos por el Gobierno central con la eliminación de la reforma laboral y la subida del salario mínimo interprofesional, añadiendo que la única forma de seguir consiguiendo mejoras es con la negociación en defensa de la clase trabajadora, en especial con las familias más desfavorecidas.
Por su parte, Manel Grandal, secretario comarcal de la CIG, desde el palco de la música de la plaza de la Constitución pidió valentía a la clase trabajadora para seguir defendiendo en la calle los derechos de todos. Se refirió también a la guerra de Ucrania manifestando que «é a excusa perfecta dos gobernos para seguir afondando na pobreza da povoación» y apuntó que la solución pasa por «unha intervención política da economía». Grandal criticó a los sindicatos estatales por «avalar que o Goberno non suba os salarios, favorecendo o empobrecemento da clase traballadora» e hizo público el respaldo a Xesús Anxo López Pintos, condenado a pena de prisión por un altercado con la Policía en el curso de una protesta laboral, indicando que «non hay represión que acabe coa loita obreira».
Ofrenda floral
Además de las dos manifestaciones, a las once de la mañana de ayer se celebró la tradicional ofrenda floral en el monolito de Pablo Iglesias del Cantón, con la asistencia de medio centenar de personas. Intervinieron Jorge Ulla, de la gestora de UGT, con un mensaje de advertencia sobre el avance de la extrema derecha y sus ataques a los sindicatos; y el alcalde de Ferrol, Ángel Mato, en su calidad de secretario general de los socialistas ferrolanos. Mato también habló del radicalismo de la extrema derecha, «que conleva a situacións dramáticas como as que estamos vivindo en Europa por una guerra tan inxusta», e indicó que este primero de mayo no es uno más, «porque estamos comezando a saír da crise, grazas a aposta do Goberno». E invitó a todos a estar atentos, «porque se está cuestionando ao sindicalismo e a política, e eso é o fin da democracia».
Escrito del obispo
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, hizo público un escrito con motivo del Día del Trabajo bajo el título «Ni todo vale, ni todo cuenta, ni todo suma», el lema de un cartel que vio recientemente y sobre el que considera oportuno reflexionar. Y lo hace señalando que , a la vista de la precaria situación en la que se encuentran muchas familias, «no cualquier trabajo vale, ni cuenta, ni suma». Insiste en la necesidad de que los sistemas de producción, y el sistema económico que los sostienen, velen por la dignidad del trabajo. «Frente al economicismo imperante y la libertad absoluta del mercado es preciso reivindicar la centralidad de la persona. Igualmente, la política, en sus diferentes niveles, ha de promover un trabajo para todos que genere un ambiente social constructivo. Este es el objetivo de la política buena, que sabe construir el bien común sobre el cimiento de la persona», exhorta el obispo.