Por su parte, Paula Liberato, de la cafetería Ankha, explica que la mayoría de los clientes siguen entrando con mascarilla y los empleados también la siguen utilizando. «Vamos a esperar un poco más adelante, porque contagios los sigue habiendo», indica. En el establecimiento Oslo el personal también sigue protegido, e indican que, en el caso de los clientes, alrededor del 50 % continúa entrando con mascarilla.
En muchas peluquerías la mascarilla se mantiene por ser sitios concurridos en los que se pasa bastante tiempo sentado, y en otras, los estilistas la ponen cuando ven que el cliente la lleva. En supermercados y grandes superficies comerciales, como Carrefour o Alcampo, tanto los trabajadores como los clientes continúan utilizando el cubrebocas habitualmente.