Los negocios locales que posibilitan el esplendor de la Semana Santa ferrolana

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Las imprentas llevan meses preparando las estampitas, las flores se miman para colocarlas en los pasos y las joyerías elaboran las medallas de los cofrades

14 abr 2022 . Actualizado a las 09:20 h.

Patricia Serantes, de la floristería La Ilusión, lleva más de cuarenta años preparando la decoración que adorna muchos de los pasos que recorren estos días el centro de Ferrol. «Hago las vírgenes principales de Dolores, es decir, he hecho La Amargura, La Esperanza, estoy con La Piedad, que sale el jueves de noche, con el Cristo de la Misericordia, y para el viernes haré la Virgen de Dolores, la Verónica y el San Juan», detalla. La Semana Santa no solo abarrota los hoteles y llena la hostelería hasta arriba, sino que da un empujón a muchos negocios de la ciudad ligados a la conmemoración de la pasión de Cristo.

La florista explica que su trabajo para la Semana Santa del año siguiente empieza cuando termina la actual. «En el diseño empato una con otra. Cuando estoy terminando un trono ya estoy diseñando el del año siguiente. Mi cabeza no para de fabricar ideas», indica. Un proyecto que con el paso de los meses tiene que llevar a la práctica con un presupuesto y adaptándose a los colores de cada trono y la liturgia. Estos días trabaja desde primera hora hasta la noche desde el almacén y el Corralón. «Ahora mismo estoy trabajando en las campaneras que llevará La Piedad el jueves. Y al mismo tiempo estoy haciendo un monumento para la iglesia de Canido», detalla.

Tras dos años sin actividad, la retoma con más ganas que nunca. «El impacto económico grande no vino solo por la Semana Santa. El mayor efecto fue al no haber eventos bodas, bautizos y comuniones y, sobre todo, la parte funeraria, que solamente se llevaba un ramo», explica. Por ello, «todo el trabajo que venga es bueno». «La Semana Santa la vivo con una ilusión diferente porque el trabajo lo ve mucha gente. Aunque no ganes metes más rosas, pones un centro a mayores... Lo vivo con ilusión y una sensación de orgullo cuando estás viendo salir los tronos decorados y oyes a la gente decir ‘qué bonita’», agradece la florista.

JOSE PARDO

A pocos metros se encuentra otro negocio a pleno rendimiento estos días, la imprenta Paramés. Una Semana Santa no se concibe sin los capuchones entregando estampitas. «Tenemos estampas de las cinco cofradías con tercios y las hacemos tanto a color como en blanco y negro», explica Pilar Paramés. Esta actividad se remonta a cuando ella era niña. «Llevo 35 años en la empresa y lo recuerdo ya de cuando era pequeña y estaba con mis padres», indica. Estos preparativos comienzan con el año nuevo. «Hay clientes que acaba la Navidad y ya preguntan cuándo se ponen a la venta. Hay mucha devoción», destaca.

Las estampas sumadas al merchandising supone un importante volumen de negocio para las imprentas. «La Semana Santa supone una parte muy importante de la venta anual de nuestro negocio. Ayer —por el martes— nos dio las doce de la noche. La pandemia nos pilló en marzo con toda una tirada hecha de estampas, capuchones, libretas, chapas imanes... Y estuvo dos años parado», lamenta. La imprenta los distribuye a las tiendas efímeras que ponen los tercios por el centro de la ciudad.

También exhiben su trabajo en Jenaro Joyería y Sargadelos. Elaboran elementos decorativos como las medallas que portan los cargos de las cofradías o se regalan y Sargadelos lleva años confeccionando anualmente una pieza conmemorativa. Estos recuerdos de cerámica comienzan a planificarse en octubre del año anterior. «Es muy importante. Empieza pensando qué hacer hasta confeccionar un dibujo en el taller. Este año estábamos con la incertidumbre de qué iba a pasar y no pudimos sacar una pieza nueva», explica Fátima Fernández.