El enlace con el «coach» nutricional coruñés Ramón Zelada fue un homenaje a la tradición gallega. Estuvieron acompañados de múltiples profesionales del sector nupcial en Galicia
09 abr 2022 . Actualizado a las 22:34 h.Si antes le gustaban las bodas, el fotógrafo ferrolano Daniel Santalla reconoce que ahora «el triple». «Me casaría una vez al año si pudiese», bromea. El pasado mes de octubre pudo celebrar la boda de sus sueños con el coach nutricional coruñés Ramón Zelada, en la que brillaron los novios con su homenaje a la tradición gallega de la mano de un buen puñado de profesionales de la zona del sector nupcial, que demostró su gran momento.
«Teníamos clara la finca porque es de la familia de Ramón -en la parroquia coruñesa de Trasanquelos-, y era todo más íntimo. Y sabíamos que todo lo que pudiésemos iba a ser de gente local, conocida y de Galicia», explica Daniel. El escenario hogareño y conocido invitó a una boda de raíces claramente gallegas, muy emotiva y relajada. El vídeo de la camarógrafa ferrolana Catu Martínez. «Es mi mejor amiga y nos regaló el vídeo. En realidad no sabíamos que iba a haber hasta ese mismo día que estaba con la cámara. Queríamos vídeo, pero muchos de los que nos gustan estaban invitados a la boda y no les queríamos encargar el trabajo cuando iban a la boda a disfrutar. Y Catu nos hizo un vídeo estupendo, pero también me encargué de que disfrutase, que no estuviese trabajando todo el rato», explica. La fotógrafa, otra compañera y amiga, la pontevedresa Graciela Vilagudín. «Es la fotógrafa que yo recomiendo cuanto estoy ocupado», ensalza.
La lluvia les obligó a un cambio de planes en cuanto a la organización, de la corrió encargada la wedding planner coruñesa, Iria Casteleiro. «Queríamos que fuera como una romería. Íbamos a hacerla en un lago que hay en la finca para ir caminando con los gaiteiros hasta ahí. E iba a haber el vermú con los callos, porque obviamente en Galicia los domingos tiene que haber vermú y callos. Pero al final tuvimos que hacerlo todo dentro», explica. Establecimientos coruñeses Eventos Alborada o A Despensa 77 participaron en la confección del menú. «Queríamos un menú con cosas de sitios diferentes. Ramón al ser coach de nutrición de fija mucho más en la comida y en que esté buena», comenta. Empanada, un pulpeiro, los callos —«los hizo el primo de Ramón, que es chef», indica—, jamón asado o el pan de centeno de la panadera de al lado de su casa fueron algunas de sus propuestas. «El cátering Alborada hizo la estación de marisco con bivalvos a la plancha y mejillones. Hablamos con Enrique, que es ferrolano que tiene quesos de todo el mundo y nos puso una tabla de variedades gallegas. Tuvimos a Despensa 77, una tienda que hay en A Coruña de residuo cero y a granel, con una mesa healthy, muy vistosa. Y los postres de Amaranto, que los hace sin gluten, para que todo el mundo pueda comer todo. Para última hora nos regaló un tío de Ramón a dos señoras que hacían tortillas de Betanzos en directo. Fue el boom», rememora Daniel.
La floristería de Ferrol Pradovello confeccionó los ramos que regalaron a las madres y amigas. «Conozco a Cris y me fío mucho de ella porque conoce mis gustos. Sencillos y bonitos, a veces no hace falta más», agradece. También tiene sello gallego la diseñadora de la camisa y la chaqueta que lucieron los novios, la lucense Sara Lage. «Queríamos que fuesen con tejidos orgánicos, rústicos... No queríamos ir de traje. Y es muy difícil ser hombre, no ir de traje, pero ir arreglado. Y nos pilló la idea. Hay que empezar a diversificar y a aventurarnos un poquito los hombres, porque siempre se va por lo clásico», agradece Dani.
Del gran día destaca que lo disfrutó enormemente y se le pasó «volando». «Nos lo decía mucha gente», señala. Cinco meses después destaca que se ve reflejado en las fotos del gran día que ha triunfado en todo el país tras el reportaje publicado en la revista de moda Vogue. «Me hacía un montón de ilusión, también, por los proveedores. Yo, que estoy metido en el gremio, se lo importante que es. Si puedo dársela a mis compañeros, estupendo», indica.
«Haz lo que te apetezca»
Anima a quienes estén planificando su boda a que huyan de los clichés y preparen la boda que realmente. «Solo va a ser una vez en la vida así que hay que hacer lo que te apetezca. Yo, si pienso en una boda, pienso en algo así. Fue una celebración de nuestro amor con los amigos y la familia. Lloré todo el rato porque vi a la gente que estaba con nosotros para celebrar que nos queremos y el amor», ensalza.