Un millar de empleadas del hogar trabajan en Ferrol sin asegurarse, el 92 % inmigrantes

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Oficina de Movilidad Humana, donde asesoran a empleadas del hogar que no tienen papeles
Oficina de Movilidad Humana, donde asesoran a empleadas del hogar que no tienen papeles Kiko Delgado

«Nos obligan a estar fuera de la ley, claro que me gustaría cotizar, pero pagan siete euros la hora»

01 abr 2022 . Actualizado a las 22:20 h.

La pandemia y la inflación están golpeando a un sector frágil desde siempre, el de las empleadas del hogar. La gran mayoría son mujeres. Un estudio que está ultimando la asociación Movilidad Humana de Ferrol cifra en 814 las mujeres inmigrantes de las que tienen conocimiento que trabajan en la ciudad. No obstante, la cifra total (junto con las trabajadoras españolas) de empleadas del hogar supera ampliamente el millar. El perfil mayoritario es el mismo: «Mujeres llegadas de otros países con pocos apoyos y que muchas veces no pueden denunciar abusos o rechazar trabajos a pesar de que casi no les pagan», explican desde la única entidad de la ciudad, ubicada en la Casa Solidaria, donde las ayudan tanto si tienen papeles como si no los han conseguido todavía.

A estas oficinas llegan casos como el de una mujer de 52 años que aceptó un trabajo de siete de la mañana a siete de la tarde y sin descansos por 20 euros la jornada. «Cuando pidió mejores condiciones tuvo que escuchar una amenaza que lamentablemente había escuchado antes: ‘No tengo ni que pagarte, no tienes papeles», explica Soledad Lucero, asesora de Movilidad Humana y que en la actualidad tiene en marcha cuatro procesos judiciales por estas prácticas. No solo son cuestiones laborales las que se han denunciado en la ciudad, también agresiones sexuales. De hecho, como entidad forman parte del proceso que consiguió que una empleada de hogar gallega tenga acceso al paro.

En Movilidad Humana destacan que las mujeres migrantes están en peor situación, pero las españolas también sufren, aunque son menos. Apenas un 2 % de las empleadas del hogar que trabajan en la comarca han nacido en Galicia. Y más del 90 % están fuera del sistema, ya que solo 1.190 se encuentran de alta en la Seguridad Social en las tres comarcas.

La precariedad de las empleadas de hogar: «Nos obligan a estar fuera de la ley, claro que me gustaría cotizar, pero pagan siete euros la hora»

Irina cuenta que sufrió discriminación por el trabajo que realiza y para el que pide un trato digno

Irina llega a la entrevista con toda la intención de contar su experiencia de casi 20 años como empleada del hogar o cuidadora de mayores, pero a medida que habla se emociona y termina pidiendo explicarse desde el anonimato, porque a sus 62 años sigue buscando trabajo: «Se han ido muriendo los mayores que cuidaba, las familias estaban muy contentas, pero el trabajo se acabó y lo necesito, porque yo no me puedo jubilar», cuenta una mujer casada con un gallego al que conoció en su Brasil natal. Irina es contable y en este sector encontró trabajo en Ferrol, pero no podía conciliar con el cuidado de sus hijos, así que comenzó a trabajar por horas en las casas.

«Estoy físicamente muy bien, ya lo ves (se levanta con agilidad para demostrarlo), pero la gente ve la edad en los currículos y ya no me llama cuando soy capaz de mover a una persona de 90 kilos», relata con lágrimas en los ojos que se le saltan también cuando explica que las madres del colegio de sus hijos la dejaron fuera de los corrillos cuando se enteraron de que era empleada del hogar. «Fue hace años, pero dolió mucho, estaba en el Anpa y todo».

Ahora mismo se ve tentada a aceptar trabajos en los que le paguen siete euros, a pesar de que entre diez y doce son los precios acordados para el sector: «La frase que te dicen es que si no aceptas esa cantidad ya vendrá otra que lo haga, pero con esos ingresos nos obligan a estar fuera de la ley, claro que me gustaría cotizar, pero si me pagan a siete euros la hora no puedo hacerlo, no puedo subsistir y asegurarme». También ha probado a trabajar en empresas de limpieza, pero la experiencia no ha sido mejor, porque la aseguran solo por una parte de la jornada y siguen cobrando muy poco por cada hora de trabajo. «Me he formado en el cuidado de mayores y otras cuestiones, seguimos siendo trabajadoras, personas de segunda, nos quitan nuestra dignidad».

Trabajadoras de alta en Seguridad Social en las tres comarcas: 1.190

Empleadas de hogar en Ferrol inmigrantes: 814