«Vine hace 16 años con mi familia para probar y ahora me siento más ferrolano que un ferrolano»

Alejandro Espinosa nació en Caracas (Venezuela) hace 48 años y un buen día decidió salir de Venezuela con su familia, en busca de un futuro más seguro para su hijo, el único que tenía entonces. Y, a través de un familiar, se asentó en Ferrol, donde nació su segundo hijo y donde siguen residiendo los cuatro.

—¿Qué les movió a marcharse de su país?

—Vinimos de paseo, para ver cómo era la vida aquí, porque en Venezuela, con Chavez, se ponía la cosa muy difícil, había escasez de alimentos y decían que los niños iban a pasar a pertenecer al Gobierno.

—¿Cómo era hasta entonces su vida en Venezuela?

—Yo soy publicista y trabajaba en una empresa de ordenadores como comercial. Mi esposa es administrativa y también tenía trabajo, y mi hijo iba a un buen colegio. Estábamos bien e incluso conservamos la vivienda que teníamos allí, pero nos gusta la tranquilidad, por lo que vendimos los coches y con el dinero de las liquidaciones de nuestros trabajos decidimos venir para ver qué pasaba, buscando un futuro mejor para nuestro hijo. Si no lo lográramos tendríamos que regresar.

—¿Y está satisfecho de haber dado ese paso?

—Estoy encantado. Vine hace 16 años con mi familia para probar y ahora mi esposa dice que me siento más ferrolano que un ferrolano y tiene razón.

—¿Cómo fueron los principios de su nueva vida en esta ciudad?

—Trabajo desde el principio con la misma persona, Roberto Tabango, que es ecuatoriano y fue el que me hizo una oferta de trabajo y me preparó la documentación. Empezamos haciendo chapuzas, pintando casas, pero él ya estaba también en el área de reparto. Ahora tiene una franquicia de GLS-Halcurier y sigo con él. Mi mujer sacó el título de cuidadora y trabaja en un geriátrico. No podemos quejarnos, gracias a dios todo nos va bien.

—¿Le queda familia en Venezuela?

—Solo sigue allí mi padre, que es muy mayor; mi madre y el resto de la familia están en Estados Unidos.

Colombia, Venezuela y Cuba son los países que más engrosan el padrón de habitantes de Ferrol

El carácter cosmopolita de Ferrol sigue en auge, según los últimos datos de población del Instituto Nacional de Estadística del 2021. De los 64.785 habitantes empadronados en la ciudad, 2.637 han nacido en América; 719 en otros países de Europa; 479 en África; 162 en Asia; y 10 en Oceanía.

El país de origen con mayor aportación de habitantes al censo de población de Ferrol es Colombia, con 565 personas, 43 más que en el 2020; seguido de Venezuela, con 433, 47 más que el año anterior; Cuba, que se mantiene con 361 desde hace dos años; Brasil, con 321, 22 más que el ejercicio anterior; y Marruecos, con 281, 27 más que en el 2020.

A continuación se encuentran los ciudadanos nacidos en Argentina, que se mantienen en 175 desde hace dos años; Perú, con 164, 25 más que el ejercicio anterior; Uruguay, con 140; República Dominicana, con 122, uno más que el año anterior; Ecuador, con 114, dos más que en el 2020; Francia, con 113, también dos más que el año anterior; Portugal, con 112, tres más; Rumanía, que bajó de 116 a 102 el último ejercicio; y Reino Unido, con 101 ciudadanos, dos más que en el 2020.

Ya por debajo del centenar figuran China con 85 personas empadronadas en el Concello de Ferrol, dos más que el año anterior; Alemania, que se ha quedado con 60 tras la marcha de seis ciudadanos; Senegal, con 59, ocho más que en el 2020; Chile, con 56, uno menos que el año anterior; Pakistán, que en el 2021 pasó de 16 a 29; Italia, con 28; Paraguay, con otros 28; Argelia, con 21; Ucrania y Rusia, con 20 ciudadanos de cada país; Polonia, con 14; Bolivia, con 11; y Nigeria con ocho.

Todos estos habitantes emigrados de otros países representan el 6,34 % de los ciudadanos empadronados en Ferrol, mientras que el 33,23 % de los censados proceden de diferentes lugares de España, el 20,44 % de otros municipios de la provincia de A Coruña; el 5,21 % de otras provincias de Galicia y el 60,43 % nacieron en Ferrol.

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