El paso al frente de Nervión

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL CIUDAD

06 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace muchos años que los astilleros públicos de la ría ferrolana —y los del resto del país— dejaron de poder fabricar por sí solos los barcos que contrataban. El modelo por el que optó la compañía de contar con factorías de síntesis, en las que la plantilla propia adelgazaba al mismo tiempo que crecía la de las compañías auxiliares, se impuso de tal manera que la industria naval es indispensable para Navantia. También hace tiempo que la mayor parte de las empresas que componen la lista de suministradores de las antiguas Astano y Bazán han dejado de ser meras prestamistas de mano de obra y cuentan con instalaciones propias, capacidades y contratos que gestionan por medio mundo.

Una de las compañías que tradicionalmente ha participado en las obras de los astilleros de la ría es Nervión. La introducción de Navantia —en alianza con Windar Renovables— en el mercado de la eólica marina propició la diversificación de la actividad en la firma del Grupo Amper. Pero lejos de acomodarse como principal subcontratista de Navantia en este sector, la dirección de la división creada especialmente para atender el sector naval y las energías renovables marítimas salió a buscarse sus propias castañas al mercado internacional. Y las encontró en Taiwán, entre otros.

Pero ese paso al frente se queda muy pequeño comparado con los planes que tiene la compañía para Ferrol, una ciudad que hace décadas que no desarrolla suelo industrial, por lo que ha visto como las grandes factorías que se implantaban en la comarca lo hacían en otros municipios. Nervión Naval Offshore ha solicitado una concesión al Puerto para asentar una fábrica de ensamblaje de estructuras de eólica marina.

Aunque por el momento no se pronuncia oficialmente al respecto, la empresa parece estar dispuesta a mostrar su compromiso con el futuro de una comarca que también le fue fuente de ocupación e ingresos. Lo hará creando empleos y generando actividad en un sector con un extraordinario potencial de crecimiento. Hace meses que los distintos actores alertan de que la demanda para toda la cadena logística de la industria del viento en el mar será tan alta que se necesita desarrollar nuevas capacidades para atenderla. Nervión ha apostado por Ferrol, por un municipio que aspira a albergar un hub de conocimiento y tecnologías de la eólica marina. 

La transición energética, que tanto ha hecho padecer a Ferrolterra en estos últimos dos años, empieza a enseñar también sus oportunidades. Ojalá otras empresas sigan el ejemplo.