El tramo Ferrol-A Coruña consume la cuarta parte del viaje en tren a Madrid
FERROL CIUDAD
La urbe naval reduce los tiempos a la capital pero sigue lastrada por un viejo tendido y que lleva a vecinos de la comarca a bajarse en la herculina
06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los tiempos cambian en el tendido ferroviario gallego con la llegada de la alta velocidad, pero sigue habiendo un tramo por el que se ve la vida pasar invariable. El tendido que une Ferrol y A Coruña, que data de principios del siglo pasado, continúa siendo la auténtica china en el zapato que impide que el tren sea un medio de transporte competitivo para desplazarse entre ambos municipios y también que, pese a las reducciones de tiempos, siga en inferioridad frente a otros medios de transporte, como el avión o el coche, para llegar a Madrid.
Eso explica por qué el trayecto que realizan los convoyes que parten de la capital y tienen como destino Ferrol son la crónica de un vaciado continuado hasta prácticamente llegar sin pasajeros al final de la ruta. Y también las razones que motivan a algunos vecinos de la comarca ferrolana a subirse o apearse habitualmente en la ciudad herculina, y a usar sus vehículos particulares desde o hasta sus domicilios.
Actualmente, Ferrol y Madrid están conectados a diario por dos servicios en cada sentido: salen de la cabecera de comarca a las 7.20 y 15.10 horas y de la capital del país a las 8 y las 17.45 horas.
De la estación de Chamartín parte el tren con puntualidad. La mayoría de los pasajeros declaran viajar a Santiago. Un cuarto de hora después ya alcanza los 200 kilómetros a la hora, aunque la velocidad va oscilando, llegando a los 240 pocos minutos más tarde. La primera parada es a las 18.15 horas, en la estación de Segovia. A las 18.42, la segunda, en Medina del Campo (Valladolid). En menos de una hora se ha alcanzado este destino, cuando hace menos de una década tardaba más de una hora y media.
El convoy coge velocidad y supera los 250 kilómetros por hora, lo que permite llegar a la tercera estación, la de Zamora, a las 19.08 minutos y, dentro de esa misma provincia, a la de Sanabria, a las 19.41. La siguiente parada ya será gallega: el tren arriba a las 20.05 a A Gudiña. Si hace nueve años los trenes entre Ferrol y Madrid realizaban el trayecto entre esa localidad ourensana y la capital del país en poco más de cuatro horas, ahora lo hace en dos horas y veinte minutos. Tras parar en Ourense, a las 20.47, el tren vacía a un gran número de pasajeros en Santiago, a las 21.30 horas y media hora después, en A Coruña.
Entre los que se bajan en la ciudad herculina se encuentra Javier Peña, un vecino de Ares que vive en Madrid y pero viaja todas las semanas en uno y otro sentido. «Me lleva llegar a A Coruña cuatro horas y cinco minutos; después cojo mi coche y en 35 minutos estoy en mi casa, mientras que si sigo a Ferrol sería una y cuarto más». Lamenta que mientras que el resto de localidades se beneficie del recorte de horarios, la urbe naval continúe sin tener mejoras en ese tramo, pero responsabiliza «al ferrolano, que no se ha preocupado de su ciudad».
Entre los 16 pasajeros que viajaron en el trayecto hasta Ferrol lo hicieron Sofía Pol y Bárbara Freixeira. «Nos haría mucha falta que mejorasen el tramo entre A Coruña y Ferrol», comenta esta última, que valora las comodidades que ofrece el tren: «Está muy bien, es cómodo e incluso puedes venir trabajando». A su lado, Sofía Pol, estudiante en Salamanca, pone el acento en las malas comunicaciones entre esa ciudad y Ferrol, pese a la gran cantidad de universitarios que optan por su campus. Previamente, había que tenido que coger un bus hasta Zamora, estación en la que se subió al tren.
Prioritario para la comarca
Aunque ambas aprecian el recorte de tiempos que ha supuesto las mejoras en las infraestructuras ferroviarias de la comunidad, lamentan que una gran parte del recorrido lo consuma el tendido final (el tramo Ferrol-A Coruña supone en tiempo la cuarta parte del viaje en tren a Madrid).
Un tramo que, para el eurodiputado socialista Nicolás González, es «prioritario no solo para los ferrolanos, sino para toda esa comarca», por lo que se manifestó «muy de acuerdo» en que se prolonguen las mejoras hasta la ciudad de los astilleros.
Ya con velocidades por debajo de los cien kilómetros por hora, el convoy llega a Betanzos Infesta a las 22.30 horas, y un cuarto de hora después, a Betanzos. Un minuto después de las once de la noche se detiene en Pontedeume, y llega a su destino final en Ferrol, a las 23.30 horas. Son dos horas y media menos que las que consumía en el 2013, pero muy lejos aún de los tiempos competitivos de otras urbes.