La escritora visita por primera vez Ferrol para encontrarse con los alumnos que están leyendo su obra «El chico de la flecha»
04 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta este jueves los alumnos del instituto Concepción Arenal de Ferrol miraban la foto de la escritora Espido Freire en la solapa de El chico de la flecha, el libro que estaban leyendo para la asignatura de Literatura Española. Sorpresa a primera hora de ayer cuando la vieron entrar primero en una clase y después en la biblioteca, donde comentó con ellos su primera obra juvenil y ambientada en la época romana. «¡Qué biblioteca tan bonita!», exclamó la creadora vasca, que no pudo evitar comentar algunas de las novedades literarias que se exponen en un espacio abierto en el recreo y que ofrece mucho más que un punto de préstamo de libros.
«Esto fue la capilla, yo hice la primera comunión aquí y por eso se conservan los confesionarios y el altar», explicó la profesora de literatura a Espido, que demostró desde la primera frase que está muy acostumbrada a las charlas ante público joven. Como si una de sus tramas se tratase Freire contó a los alumnos del Concepción Arenal que el libro surgió tras un viaje con una amiga de la infancia a Mérida. «De los dos protagonistas uno es libre y el otro es un ser que tiene más en común con un objeto que con un humano tal y como lo entendemos ahora», explicó una escritora, cuya charla se grabó y se transmitió en directo para otras aulas del centro y para los estudiantes que están confinados.
«Los datos que aparecen en el libro están contrastados, tuve que investigar para conocer cuestiones como cómo medían el tiempo y las distancias en la época romana, cómo sabían a qué hora tenían que levantarse», planteó una creadora que confesó que pone sus pensamientos en papel desde pequeña, aunque también quiso ser cantante. «Para mí la llegada del ordenador fue el principio, tal vez vosotros nos imaginéis un mundo sin ellos, pero a mi vida llegaron cuando tenía 13 o 14 años y fueron determinantes, ya que me permitían escribir y corregir sin el engorro que suponía la máquina de escribir o hacerlo a mano, algo que nunca me ha gustado», explicó una autora ante la pregunta de Lucía, una de las alumnas. «A partir de los 14 años ya fue raro el día que no escribía algo, bien un diario, una nota o algún relato, más adelante, a los 22, después de presentarme a algunos concursos y enviar trabajos a muchas editoriales, me contestó una representante de escritores que me presentó a la gente adecuada y avancé en este mundo», confesó una literata que tuvo tiempo para contestar a las profesoras, firmar libros y hacer muchas recomendaciones a los alumnos que se le acercaron al final de la charla.
Espido Freire también habló de redes sociales y aseguró que algunas, como Instagram, forman parte de su labor diaria y son un medio de comunicación con sus lectores. «Soy buena creando ambientes y la psicología de los personajes, sin embargo los diálogos y las tramas de acción me cuestan más», reconoció ante un público que se metió en el bolsillo demostrando muchas tablas en la oratoria. «Mi método es planificar, ahora bien llegará otro escritor y os dirá otra cosa».
«Mi padre hizo la mili en Ferrol»
Para Espido Freire era la primera visita de su vida a Ferrol a pesar de que tiene familia en la ciudad. «Mi padre hizo la mili en Ferrol y aquí tengo dos tíos», aseguró a La Voz sobre dos familiares que ayer no recibieron su visita porque nada más despedirse de los organizadores de las charla se subió en el coche que la trajo a la ciudad para acudir a otro compromiso.
La visita de Espido Freire forma parte de un programa con el que los profesores de este gran instituto (con 850 alumnos y 90 docentes) tratan de enriquecer el día a día y, de paso, darles una grata sorpresa a los alumnos. Séchu Sende será uno de los próximos creadores que acudirán a explicar sus obras a los alumnos que las están leyendo, en este caso para la asignatura de Lengua Galega.
Espido habló de otras publicaciones, como las dedicadas a las pensadoras que más admira y entre las que destacó a Concepción Arenal o su última creación, que no está en papel, ya que se trata de un audiolibro Las crónicas de Villa Diodati, en el que desvela los secretos de Mary Shelley.