Las obras de la A-6 ponen en jaque el tráfico de componentes eólicos en el puerto de Ferrol

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

Desvío por las obras de la autovía, en foto de archivo
Desvío por las obras de la autovía, en foto de archivo ALBERTO LÓPEZ

La Xunta advierte al Gobierno que existe un riesgo real de que se deslocalice a Santander

02 feb 2022 . Actualizado a las 21:42 h.

Las restricciones a la circulación de transportes especiales en la autovía A-6, como consecuencia de las obras de mejora acometidas en el viaducto O Castro, se han convertido en una amenaza para el tráfico de componentes eólicos en el Puerto de Ferrol. La rada gallega era punto de destino habitual de las palas y torres para la exportación por la vía marítima, pero la prohibición establecida para el tránsito de parte de estos componentes no solo está repercutiendo en un descenso de la actividad empresarial para los operadores, sino que es un riesgo real de pérdida de ese tráfico.

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, se ha dirigido a la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, para insistir en la necesidad de que se arbitren medidas para evitar que esa deslocalización se consuma. El Gobierno gallego afirma que constata un riesgo cierto y real de que este mercado industrial se traslade a Santander.

El ejecutivo autonómico se hace eco de la preocupación de la empresa consignataria ferrolana Pérez Torres, que es la que se ocupa de este tráfico, que ya se ha dirigido en varias ocasiones a las autoridades competentes para advertir del perjuicio que están causando los trabajos para el trasiego de los componentes eólicos y para reclamar soluciones. De hecho, propone que dos actuaciones: la primera consistiría en que los vehículos pesados con las torres pasen por el viaducto como están llevando a cabo actualmente otros transportes especiales o bien circulen por el bypass habilitado entre los kilómetros 428 y 432 a través de Pedrafita de madrugada, cuando apenas se produce movimiento.

Reiteradas comunicaciones

No es la primera vez que la Xunta se dirige al Ejecutivo de Pedro Sánchez para alertar de los problemas que estaban ocasionando para el  Puerto de Ferrol los mencionados trabajos, que llevan ocho meses de ejecución. A principios de agosto, tanto Ethel Vázquez como el conselleiro de Economía, Francisco Conde, trasladaron a distintos portavoces gubernamentales ese conflicto y, ante la falta de respuesta, volvieron a plantearlo en octubre. A finales de noviembre, el Ministerio de Transportes habilitó ventanas horarias para el paso de «vehículos de transportes especiales (palas eólicas y otras configuraciones de transportes especiales similares)». Sin embargo, las torres, que pertenecen a este tipo de configuración, no pueden pasar, y de ahí que los productores sopesen dar salida a todas las piezas desde otro puerto. El cambio de puerto de salida podría producirse en cuestión de días.

Otro posible mazazo tras el desplome del carbón

El Puerto de Ferrol es una de las radas españolas afectadas por el proceso de descarbonización de la economía. La decisión de Endesa de solicitar el cierre de su central térmica de As Pontes ha afectado de lleno a la actividad de este organismo, que hasta hace no pocos años desestibaba más de cuatro millones de toneladas de mineral. Aunque en los últimos meses, la reactivación coyuntural de la central pontesa ha posibilitado la llegada de buques carboneros a la dársena exterior de Caneliñas, en conjunto no sumaron ni medio millón de toneladas. En el último ejercicio, precisamente debido a las obras en Vega de Valcarce, se experimentó un descenso en el movimiento de los componentes eólicos, aunque con la medida arbitrada a finales de noviembre, se permitió de nuevo el paso de palas.