El mar deposita en la costa ferrolana miles de bolitas de plástico

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

Hipólito Castro

La Sociedade Galega de Historia Natural advierte de su contaminación medioambiental y efectos sobre la fauna marina

27 ene 2022 . Actualizado a las 10:04 h.

¿Ha ido a pasear últimamente por las playas de la comarca de Ferrol y se ha encontrado con pequeñas bolitas de plástico que se acumulan en la arena? Se llaman nurdles o pellets de polipropileno o polietileno. Se trata de «diminutos gránulos de plástico, de unos 5 milímetros de tamaño, que se utilizan en la industria para fabricar todo tipo de productos plásticos» define la Plastic Soup Foundation. Desde hace una década se han convertido en uno de los temas más importantes de organización de conservación marina sin fines de lucro y esta peligrosa contaminación está ya en la costa de la comarca.

Se han detectado ya en playas de la costa eumesa como Ber o Miño y de la zona ferrolana como Ponzos. «Isto é unha calamidade, leva anos sucedendo e hai momentos nos que a contaminación difusa concéntrase un pouco máis», comenta Xan Rodríguez Silvar, reponsable comarcal de la Sociedade Galega de Historia Natural. Este tipo de bolitas de plástico son de diferentes colores y formas, del tamaño aproximado de una lenteja, y pueden ser consecuencia de los problemas que arrastra la industria química que fabrica estos nurdles, materia prima para otro tipo de plásticos. Las condiciones deplorables de muchas de estas fábricas pueden acabar en vertidos en el entorno de las instalaciones, de ahí se filtran y finalmente al mar. Tarragona y Barcelona concentran aproximadamente el 70% de la industria productora de plástico de España, y en esta costa son mucho más habituales estos vertidos. La ONG Good Karma Projects empezó la investigación de esta problemática al 2018, después de la aparición de unos 120 millones de estas bolitas en esta misma playa de La Pineda

No solo afectan por su contaminación medioambiental —duran cientos de años en el medioambiente antes de degradarse—, sino que la fauna marina se alimenta de ellos. «Neste caso son macroplásticos que durante moito tempo están a rozarse, sofren abrasión, pasan a microplásticos e aí intégranse na fauna mariña. Por exemplo, si falamos de peixes, si quedan en dixestivo elimínase no momento de preparar un pescado para comer. Pero, parece que pasa tamén a masas musculares e pode acabar integrado no que comemos. E, polo tanto, pasa a nos», detalla Silvar.

Su eliminación de las playas es más que complicada. «A efectos prácticos que a xente os vexa e intente recollelos é importante para saber que está aí. Pode haber millóns de partículas nunca praia, unha persoa non pode recollelos todos. Pero facer un pequeno experimento cun coador de cociña pode servir para ver cánto hai e concienciarnos», propone Silvar.