La cuesta de enero ya comenzó en Navidad

Carmela López
Carmela López FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Belén Pedreiro, en su tienda de la calle Magdalena
Belén Pedreiro, en su tienda de la calle Magdalena CESAR TOIMIL

Negocios de varios sectores del área de Ferrol notan la caída de la facturación desde diciembre

18 ene 2022 . Actualizado a las 20:53 h.

Dentro de la atipicidad de estos dos últimos años, provocada por la pandemia del covid, la cuesta de enero se está notando especialmente este 2022 en algunos negocios de la zona de Ferrol. Incluso hay sectores en los que la caída de la facturación ya se viene percibiendo desde las Navidades, con una significativa bajada de las ventas, que atribuyen a la gran cantidad de gente que está confinada en esta sexta ola del coronavirus, tanto de personal de las propias tiendas como entre los clientes. Es el caso de la tienda de alimentación que regentan Belén Pedreira y Eva Fernández, madre e hija, en la calle Magdalena 108 de Ferrol. «Estuvimos las dos confinadas desde Nochebuena hasta el 12 de enero y al reabrir ya rebajamos el pedido de pan, pero nos sigue sobrando, y las ventas de repostería también bajaron mucho», explica Eva. Y añade que la caída de la clientela es muy significativa: «Las mañanas aún hay algo de ambiente, pero por las tardes no viene nadie». Otros comerciantes atribuyen la caída de ventas a la alarma generada por la subida de la luz, que provocó que las familias traten de ahorrar, ante la posibilidad de facturas altas.

Ana Veiga y David López, de Froitas Améndoa: «Este ano as festas xa non foron como as anteriores»

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La tienda Froitas Améndoa, ubicada en el número 12 de la calle Ourense, en el barrio naronés de A Solaina, está notando de forma significativa la cuesta de enero. «Este ano as festas xa non foron como as anteriores. Houbo menos ventas», asegura Ana Veiga, propietaria del negocio, junto con su marido, David López. Según explica, «a xente pénsao moito antes de comprar, mira e compara os prezos e se antes levaba unha determinada mazá, agora vaise coa máis barata». A su modo de ver, influye mucho el hecho de que toda la mercancía hubiese subido de precio, pero añade que en su frutería la bajada de la facturación diaria ya se comenzó a notar «coa subida da luz» y desde ahí siguió de forma paulatina el ritmo descendente.

Carmen Primoy, peluquera: «La gente se priva de las mechas y el color»

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En la peluquería de Carmen Primoy, situada en el primer piso del número 50 de la calle Coruña de Ferrol, el mes de enero también está siendo cuesta arriba. «La gente está aprovechando los días de oferta, que son los lunes, martes y miércoles, en los que lavado y peinado cuesta 10 euros, pero el resto de la semana hay bastante menos trabajo», explica la titular del negocio. Y añade que las Navidades ya fueron flojas este año, sobre todo los días de Nochebuena y Año Viejo, que solían ser las fechas de más actividad. Según explica, la gente se está privando de las mechas y los tintes, que son los tratamientos más caros, «y suelen echar mano de las espumas, para tratar de disimular las canas». También bajó bastante la demanda de cortes de pelo.

Josefina Dopico, de Tien21 Gato: «Este es el peor mes de muchos años»

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Josefina Dopico, del establecimiento de electrodomésticos Tien21 Gato, de la carretera de Catabois, asegura que este enero está siendo el peor de muchos años. «No es que la facturación sea menor, es que literalmente no entra gente en la tienda», manifiesta, añadiendo que se va haciendo alguna venta, pero nada que ver con tiempos pasados. Según indica, no cree que la situación tenga mucho que ver con las restricciones de la pandemia del covid, «porque enero del año pasado había sido buenísimo. El mejor en ventas en muchos años», puntualiza. Josefina señala que no hay ningún producto que se esté vendiendo con normalidad en estos momentos, porque la caída de las ventas se refiere a todos los electrodomésticos, grandes y pequeños, que están a la venta en esta tienda, que, además, estuvo cerrada una semana por confinamiento.

Alejandro Amador, de Casa Amador: «Las ventas de bodega bajaron mucho»

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A diferencia de lo que ocurre en otros establecimientos, en Casa Amador, de Ferrol, la cuesta de enero es menos pronunciada, porque se trata de un negocio estacional, con una clientela fija y el balance de las pasadas Navidades fue similar a las de años anteriores, según manifestó a este periódico Alejandro Amador. Y explicó que esa situación se debe a que el comprador de alimentos que acude a este establecimiento se suele mantener a lo largo de todo el año. No obstante, sí matizó que «las ventas de bodega bajaron mucho», añadiendo que la época fuerte de este tipo de productos exclusivos de Casa Amador son precisamente las Navidades, porque los vinos y licores suelen muy recurridos como regalo en fechas especiales, como las pasadas celebraciones de Navidad, Año Viejo e incluso Reyes.