Avelino Llago, fundador de Gabadi, premiado por Cofer: «Sin equipo no hay empresa»

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL

FERROL CIUDAD

Avelino Llago, segundo a la derecha, ayer en Exponav
Avelino Llago, segundo a la derecha, ayer en Exponav CESAR TOIMIL

Agradeció el galardón y también el esfuerzo de sus trabajadores

16 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pertenece a ese grupo de empresarios hechos a sí mismos, que sabe bien lo que representa para sus trabajadores «coger la caja de herramientas» y tener que desplazarse a cientos de kilómetros de su ciudad y durante muchas semanas para acometer una obra. Porque él mismo vivió en sus carnes esas experiencias. Avelino Llago, naronés de la parroquia de Sedes, y fundador de Gabadi, una de las compañías con más proyección internacional del tejido industrial de la comarca, fue homenajeado ayer por la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal (Cofer) en un acto celebrado en la Fundación Exponav.

Nacido en 1945, a los 14 años entró a trabajar como aprendiz en un taller de carpintería, aunque a los 17 pasó a faenar en los astilleros, que llegó a conocer bien, ya que llevó a cabo obras tanto en el de Fene como el de Ferrol, así como en el privado de A Graña, Astafersa, y en el resto de factorías del país.

Junto con dos prejubilados del naval, en 1989, Avelino Llago funda una pequeña carpintería que trabajaba para firmas auxiliares del naval que operaban en la antigua Astano, plenamente inmersa en el off-shore, aunque también realizaba cocinas y otro tipo de muebles.

Después, ya en solitario, la empresa no dejó de crecer en firmas y actividad, propiciando un auténtico grupo familiar, en el que Trasancos, Moncina y las diferentes filiales de Gabadi sostienen alrededor de 400 puestos de trabajo y una facturación agregada de 50 millones de euros.

Jubilado desde hace dos años, Avelino Llago subraya la labor de su hijo Antonio, «que no solo cogió el testigo, sino que mejoró muchísimo la empresa», y también el respaldo y el sacrificio mostrado por Carmiña, su mujer desde hace 50 años.

Ante representantes empresariales y políticos locales y gallegos, y rodeado de su familia, Avelino Llago agradeció el galardón y también el esfuerzo de sus trabajadores. «Sin equipo no hay empresa», reseñó.