«Nuestro objetivo es mimar al cliente»

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Tras curtirse como repartidoras, las hermanas Luisana y Dayana Escalona acaban de lanzar un servicio de comida a domicilio que presume de mochilas calefactables y mucha amabilidad

06 dic 2021 . Actualizado a las 10:31 h.

Luisana y Dayana Escalona son dos hermanas venezolanas que a golpe de esfuerzo y tesón han conseguido apuntalar su porvenir en Ferrolterra. Pese a la añoranza de su tierra y las dificultades, porque ellas siempre prefieren ver el vaso medio lleno que medio vacío. «Echamos de menos el sol caribeño, pero en este rincón de Galicia ya nos sentimos como en casa. Mis dos hijas nacieron aquí, comen pulpo y zamburiñas... ¡Y tienen más acento gallego que nadie!», comenta entre risas Dayana, la pequeña de estas dos hermanas procedentes de Barquisimeto, la cuarta ciudad más poblada de Venezuela.

Hoy son las protagonistas de estas líneas porque juntas acaban de lanzar Foodis, un nuevo servicio de comida a domicilio que este misma semana se estrenó en la comarca con casi una veintena de restaurantes de Ferrol, Narón y Fene en su app y una señas de identidad bien claras. «Todos los repartos los hacemos en coche y en mochilas calefactables que se pueden enchufar en el interior del vehículo, lo que permite mantener hasta un 15 % más el calor y así la comida nunca llega fría a casa», explica sonriente Luisana. Pero Foodis también presume de repartidores que cuidan su imagen —todos van uniformados con el chubasquero y la sudadera de la plataforma— y se esfuerzan por ofrecer un trato atento y amable.

«Nuestro principal objetivo es mimar al cliente y trabajar para que la experiencia gastronómica en sus casas se parezca lo más posible a la que tendrían en un restaurante. Nosotros no les podemos poner un chupito ni invitarlos a un café después de la comida, pero les entregamos el pedido con una chocolatina y una tarjeta en la que les damos las gracias por su confianza», explica la mayor de las dos hermanas.

Fue ella, Luisana, quien tuvo la idea de poner en marcha Foodis, pero pronto encontró el respaldo de su hermana Dayana y de siete repartidores más —españoles y venezolanos— para convertir en realidad su idea de negocio. «Fuimos los primeros que empezamos a trabajar para Uber en Ferrol hace dos años y la verdad es que todos nos compenetramos muy bien, porque compartimos la misma filosofía de trabajo. Nos gusta tener siempre una sonrisa para el cliente», subrayan las hermanas.

Ambas encaran esta nueva etapa con ilusión, pero recuerdan que el camino para llegar al emprendimiento no fue fácil. Dayana llegó a la comarca hace una década, mientras que su hermana le siguió los pasos hace cuatro años, acompañada de su madre. «A mí no me iba mal en Venezuela, tenía mi propia empresa de márketing, pero cuando vas a una farmacia y ves que no hay el medicamento que necesitas, o vas al supermercado y ves las estanterías vacías, te asustas mucho. En nuestro país había muchísima escasez y eso fue lo que nos animó a venir a Galicia y reunirnos con Dayana», explica Luisana. 

Ayudantes de cocina

Ya en Ferrolterra, las dos compartieron faena como ayudantes de cocina en restaurantes como O Galo y Josefa's. Luisana también trabajó para Inditex como supervisora del área de «vending» en Arteixo y Dayana como administrativa en una firma local. Pero el destino quería unirlas de nuevo y sus caminos volvieron a confluir: primero en Uber y más tarde también en Glovo y Look Eats, donde se curtieron como repartidoras. «Puede que haya gente que no encuentre atractivo este trabajo, pero a mí me parece muy dinámico y ameno. Me gusta pensar que con nuestra labor damos apoyo a los hosteleros de esta comarca y durante el confinamiento fue muy bonito sentirnos útiles y ver cómo la gente nos agradecía que les llevásemos un trocito de alegría a casa en forma de comida», apunta con vehemencia Luisana.

Tanto ella como su hermana reconocen que tuvieron que hacer muchos esfuerzos para emprender, pero creen que vale la pena, porque «Ferrolterra tiene mucho potencial» y puede convertirse en una «tierra de oportunidades» si se abre la mente a nuevas ideas. Ellas, por lo de pronto, confían en poder hacerse un hueco en el mercado —«hay sitio para todos», advierten— y no solo eso, sino que también aspiran a crecer sumando nuevos restaurantes a su app y generando empleo desde su pequeño proyecto empresarial.