El juzgado de Violencia de Género de Ferrol pide disculpas «por no poder atender debidamente»

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

A través de unos carteles apuntan que les gustaría prestar un servicio público de calidad, «pero no tenemos una dotación de personal que nos lo permita»

26 oct 2021 . Actualizado a las 19:35 h.

«A la atención de todos los usuarios del Juzgado de Instrucción y Violencia de Género número 2 de Ferrol. Les pedimos disculpas por no poder atenderles debidamente. Nos gustaría prestar un servicio público de calidad, pero no tenemos una dotación de personal que nos lo permita». Es el mensaje con el que se encuentran desde hace varios meses quienes acuden a los juzgados ferrolanos y con el que se pretende llamar la atención sobre las carencias del citado órgano judicial, que no se limitan solo a la dotación de personal.

Precisamente ayer, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia emitió un comunicado de prensa para dar a conocer su propuesta de reforzar con más personal los juzgados de Violencia sobre la mujer de las siete ciudades gallegas. Y fuentes consultadas por este periódico en el juzgado de Ferrol se mostraron esperanzados en que, en base a esa propuesta, sus reivindicaciones vayan a ser atendidas.

Durante un tiempo, este órgano judicial, que no es exclusivo de Violencia de Género, sino que también entra en el reparto como Juzgado de Instrucción, tuvo asignados dos funcionarios de apoyo, pero desde hace varios meses se ha quedado solo con uno. A mayores, la situación excepcional generada por la pandemia del covid y el teletrabajo, unida a las vacaciones, ha generado una acumulación de la carga de trabajo para la que no encuentran salida. Por eso esperan que, al menos, se les reponga el funcionario de apoyo que se les quitó.

Pero las reivindicaciones de este juzgado no se limitan al tema de personal, sino que se refieren también a las propias instalaciones. Así, manifiestan que están a la espera de que la Xunta de Galicia acometa la adaptación de las dependencias a la nueva oficina judicial, porque son las únicas que siguen con el sistema antiguo. Demandan, asimismo, el comprometido despacho para la psicóloga, «que realiza aquí el 90 % de su trabajo y tiene que compartir local con la trabajadora social por no disponer de un espacio adecuado para atender debidamente a las víctimas de violencia, para las que solo contamos con un hueco como sala de espera, en la que, a veces, no caben».